5 de octubre de 2014

Las Pócimas del Palmar.

La verdad sea dicha llegué a creerme un poquito más que la muerte, cuando ayer recibí un mensaje por Google+ de Rafael Rebolla Corona, invitándome a admirar su documental LAS POCIMAS DEL PALMAR  y además, permitirme compartirlo.

LAS POCIMAS DEL PALMAR, es de ese tipo de documentales que me encantan, los de historias sencillas, como dice en la sinopsis "crónica", que nunca había pensado que podría ser tal cual. Contar visualmente una historia sobre algo que parece pequeño, insignificante y que de supuesta pequeñes en más, va entrelazando la historia de un pueblo, de un país, de las personas, de nosotros mismos. A mi gusto, estas son las narraciones que más aprecio. Claro que además tiene el ingrediente no menor, que cuenta sobre algo que ocurre en mi amado México, que es el largo trabajo artesanal para conseguir el mezcal, aquella bebida tan mexicana, tan especial y que tan mareado te puede dejar. 

Bajo la dirección de Rafael Rebolla Corona, ocurre que además de convertirse en una interesante crónica sobre el trabajo para conseguir el mezcal, las tonalidades de colores chillones, blancos negros y la imagen normal, con las que juguetea le dan un ritmo lúdico, entretenido, más interesante todavía. 
Había momentos en que pensaba en el trabajazo que significa conseguir el mezcal, desde cortar el maguey, desconcharle el corazón (piña), partirla a la mitad, ponerlo a ahumar en ese agujero natural con troncos de árboles, maleza, hojas de palma, piedras, como quien estuviera preparando una barbacoa o un curanto (en Chiloé), para después taparlo con tierra y tras las horas requeridas, sacar capa tras capa hasta llegar a las piñas del maguey, echarlo a destilar o cocinar pa que suelte todo su jugo. Un tareon pues. 
Y en esa simpleza y cotideanidad que uno cree que todos esos jóvenes están siendo explotados, que seguramente si porque les deben pagar una mierda, pero ellos cuando la cámara les consulta por qué lo hacen, muy relajados y contentos contestan "porque venimos aqui con la banda y lo pasamos chido".

Realmente como se lo comenté al propio Rafael, me sentí honrada de verlo y fue realmente un gusto, en algún momento dije que era poético, pero después me di cuenta que ese adjetivo dejaba corto y cursi, lo recientemente visto. Creo más bien que es interesante, que te deja pensando, pensando en esa vida en contacto con la naturaleza, del trabajo arduo, de temporadas, pero que en compañia de tus amigos, lo pasas chido. Lo dejé compartido en mi facebook, pero también con el título pueden buscarlo en youtube, donde el propio director lo subió. No dejen de verlo, es realmente interesante, entretenido, diferente, especial y a más de alguno, le despertarán las ganas de hacer un brindis. Y como estamos ante un trabajo audiovisual, artesanal, no existen afiches, posters, imágenes, más que esta que encontré del director que habla por si sola, de la simpatía sin igual de Rafael Rebolla Corona. Salute. 
Totalmente recomendado!!!

SINOPSIS:
En el municipio de Malinalco, Estado de México, existe una comunidad El Palmar de Guadalupe, donde muchos de los pobladores son productores de mezcal y lo producen de manera muy artesanal. Esta es la crónica de una hornada para obtener 800 litros de mezcla. Estos productores pertenecen a una región que comprende parte del Estado de Morelos y parte del Estado de México, donde hay mas de 50 productores de mezcal, que conciben su quehacer no solo como un negocio, sino como una forma de ver la vida. 

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Las pócimas del palmar, Mexico, 2013
Dirección: Rafael Rebollar Corona.
Duración: 27 minutos.
Género: Documental.

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