26 de junio de 2018

Nessuno mi puó giudicare.



Me encantan estas comedias italianas, lo sé, soy simple, a veces y qué tanto. Me encantan, de amarlas, tanto por la lengua, porque son sencillas, divertidas, aprovechan la liviandad y meten temas sociales, políticos, se burlan de todos y todas.

Además que la protagonista, es ya mi actriz italiana consentida, Paola Cortellessi, y en esta ocasión realmente debo sacarme el sombrero porque cuando la vi anunciada NESSUNO MI PUÓ GIUDICARE, pensé qué será esto, pero como aparecía ella en el reparto dije, a saber vamos a por verla.



Y es que la he visto en todos los matices, de ama de casa burguesa, de mujer sometida, de independiente de izquierda, revoloteando a las masas obreras, perteneciente a la mafia y ahora, con la excusa de sacar adelante a su hijo, tras la muerte repentina de su marido, de "acompañante" o prostituta, como mejor quiera decirle.

Pero como es comedia, la vulgaridad y lo gore, quedan fuera. Es decir, el tema de tener que acostarse con sus clientes, es manejado con guante de seda y resulta de lo mejor. Y sin embargo, existe el minuto desmoralizante en la que tiene que ejercer el oficio por primera vez y contenta no queda. Pero hay que apañar, salir adelante, darle de comer al hijo y pagar una maldita deuda que dejó el marido.



Es la típica historia, en que la ricachona baja al subsuelo y la aventura está en si podrá adaptarse. Obvio que le ayudarán todos aquellos que ella, en algún momento, desdeñó. Porque en esta película la oda en contra del racismo, ya sea de color, religión y político, es el pan o pizza que comen a cada rato. Porque como es comedia, hay personajes clavados en el cliché. Está el gay que tiene que descubrirlo, el racista que termina con una mujer de color, está el comunista que no se vende, se regala. Los simples y felices, la que era súper adinerada y deberá hacer "lo que sea" para salvar a la familia, está la prostituta amiga que le ayudará en tal empresa.



Y con cada uno de estos personajes "ingredientes", usted podrá gozar durante 95 minutos, de una encantadora comedia italiana. Que como tal, tiene un acercamiento al final, de lo obvio lo que sigue, casi que uno dice pero ¿cómo tanto? Siempre se puede, cuando no se tiene cómo concluir. Y sin embargo, uno perdona la simpleza y sigue gozando.



Es decir, NESSUNO MI PUÓ GIUDICARE, no es  una cinta para personas que se crean o sean síper inteligentes y carezcan de simpleza. Para las y los tontos graves menos, para los intelectuales qué decir. Aquí sólo se aceptan públicos que quieran pasar un rato agradable, reírse a castañuela suelta y ya. La vi en la señal Europa Europa de la tv paga.
Totalmente recomendada!!!




SINOPSIS:
Alicia es una treintañera que vive en una hermosa villa al norte de Roma, con su esposo y un hijo de 9 años. Su vida parece como en un sueño dorado, pero cuando su marido muere en un accidente, todo se volverá una pesadilla. 

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Nessuno mi puó giudicare, Italia, 2011.
Título en español: Nadie me puede juzgar.
Dirección: Massimiliano Bruno.
Guión: Massimiliano Bruno, Edoardo Falcone.
Música: Giuliano Taviani, Carmelo Travia.
Fotografía: Roberto Forza.
Duración: 95 minutos.
Género: Comedia.
Reparto: Paola Cortellessi, Raoul Bova, Rocco Papaleo, Anna Foglietta, Giovanni Bruno, Hassani Shapi, Valerio Aprea, Lillo, Lucia Ocone, Awa Ly, Raul Bolanos, Pietro De Silva, Caterina Guzzanti, Ricardo Rossi, Maurizio Perone. 

15 de junio de 2018

El marginal.


A la serie “El marginal”, llegué por mi amigo Bosco, como él tenía Netflix, la veíamos en su casa cuando me invitaba. Desde enero y un tanto de febrero, la emitieron por señal Universal channel y la vi, sin respirar hasta el final.

Varias cosas me pasaron, mientras la veía, pero la principal que hizo seguir hasta el final, es que las series, películas, documentales, algunas teleseries, argentinas, son tan buenas, buenos sus guionistas, las ideas, qué decir las ambientaciones, las actuaciones.

Dos, que podría ser el pero, que más bien me hizo pensar si de verdad quería continuar viéndola, fue lo violenta, la violencia, pero para hablar de eso, tengo que contextualizarles la historia.


Miguel Palacios, entra con una identidad falsa a la Cárcel de San Onofre, una de las prisiones más horrendas de la capital bonaerense, acusado de haber asesinado a dos personas. Al poco andar, descubriremos que en realidad está ahí, bajo el nombre de Pastor Peña, porque es un policía encubierto, intentando descubrir dónde está secuestrada la hija de un juez de la nación.

Así es como Pastor Peña, tendrá que hacer vínculos, amistad, enemistades, engaños, para mantenerse con vida y en las mejores condiciones posibles en ese lugar.

Es decir, estamos ante una serie de cárceles, que en lo personal me cargan justamente, por el exceso de violencia que alojan. Pero también estaba el dato no menor, que el elenco me gustaba mucho, qué decir de Juan Minujin, quien interpreta a Pastor, Marina Gusman, que interpreta el rol de la asistente social, con quien Pastor, se involucra sentimentalmente.


Y es que por suerte a la violencia la superamos con buenas actuaciones como las de Claudio Rissi, Gerardo Romano, Abel Ayala. En el transcurso de la historia, nuestro marginal, irá adentrándose en el mundo intracarcelario, que verdaderamente es una soberana mierda, la corrupción es tal como afuera, solo que sin que puedas escapar. 

Los presos más antiguos, han traspasado obstáculos innimaginados y actualmente son dueños y señores de la mafia a interior del recinto penitenciario. Meten putas, venden droga, salen para asesinar por encargo, secuestrar por ejemplo también.

La serie que fue hecha sin pensar en el futuro, consta de 26 capítulos que en versión Universal, los trasmitieron de dos por días, editados sin que se notara. Y sin lugar a dudas, pese a todo lo que no dan ganas de continuar la historia, la vertigonisidad con la que es contada, sumado a las buenas actuaciones,  te transforma en un adicto al marginal, porque quedas pensándola por horas, hasta la siguiente vez que la miras. 


Y cuando estas en ello, no quieres parar, la dinámica, el enterarte de cosas, sentir que estas ahí, por suerte como observador, pero hay tanto por contar, tanto que pasa en cada capitulo, que uno quiere más y más. Y así sucedió que al finalizar la serie, me quedé, como tantas otras veces, con la sensación de vacio, ausencia. Que sucede cuando has visto algo muy bueno.

Sumemos además la banda sonora, muy actual, entre hip hop y la música barrio bravo que suena entre los jóvenes, pegajosa la letra, el sonido también, bien hecho el trabajo sin lugar a dudas, un pco qe nos sacamos el sombrero o la cachucha ante Sebastián Ortega y Adrián Caetano, creadores y directores de la serie. Dicen que ya están filmando una segunda temporada, que será más bien precuela de la primera, ojala pueda verla y después se las cuento.
Totalmente recomendada!!




SINOPSIS:
El expolicía Miguel Palacios (Minujín) ingresa como convicto en la prisión de San Onofre con una identidad falsa (Pastor) y una causa inventada. Su misión es infiltrarse dentro de una banda mixta de presos y carceleros que opera desde adentro del penal. El grupo acaba de secuestrar a la hija adolescente de un importante Juez de la Nación y, por lo tanto, la misión de Miguel consiste en hallar a los captores y descubrir el paradero de la chica.
Tras descubrir que se encuentra cautiva en un área de la cárcel y lograr su liberación, Miguel es traicionado, y queda tras las rejas como un reo más. Sin testigos que conozcan su verdadera identidad y rodeado por los peores delincuentes y asesinos, Miguel pronto comprenderá que sólo escapando puede salvar su vida y recuperar su nombre.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: El marginal, Argentina, 2016.
Dirección: Adrián Caetano, Sebastian Ortega.
Idea original: Adrian Caetano, Sebastian Ortega.
Género: Policial – Drama.
Duración: 1 temporada – 60 minutos por capitulo.

Banda Sonora: “El marginal” – Sara Hebe.