23 de noviembre de 2013

Séptimo.


Debo reconocer que cuando recién vi anunciada SEPTIMO, me emocioné, pero después pensé ¿y si es igual de mala que la anterior que vi de Darín?. También me desmotivó un tanto el hecho que en el reparto aparecía como coprotagonista, Belén Rueda, que hace años que no rueda, porque vaya que es mala actriz my dog, tan estirada (por la cirugia), que la inexpresividad domina su inactuación, además que más que la ex esposa de Darín (en la cinta), parecía su madre. De todas maneras me armé de valor y fui a verla.

No es nada mala, realmente tiene thriller. La Rueda de Belén, no rodó nunca, pero bueno eso era de esperar. Mi problema fue que con la agudeza detectivesca que me gasto, leí una sinopsis en la que el maldito crítico develó el final antes que la vieramos. Asi que descubrí al mayordomo antes de lo esperado. Pero pese a ello, la trama es realmente buena, entretenida, atrapante, que es lo que se espera del género policial, acción, aventuras, thriller ¿verdad?.

Para mi gusto, pero esto es un tema aparte, la encontré un poco muy misógena, ya que el director decide dejar bien clarito que las mujeres (no sé si expresamente las mujeres españolas o en general) son: putas, malas, ladronas, insensibles, inescrupulosas, en fin una porqueria y como soy mujer, me pareció un poco facilón que el director hiciera algo así en vez de ir a terapia y reflexionar sobre lo que aquella mujer le hizo a él. 
No sé si SEPTIMO da para nominarla a todos los muchos premios que existen en el mundo, en todo caso ovacionaron a Darín, en el Festival de Mar del Plata, que es un festival bueno, que cuenta con criticos colmilludos y despiadados, pero hay que reconocer que es una pelicula de acción, mucha acción, acción de la psicologica, de intriga, a Darín lo hicieron correr, subir escaleras, cambiar de varios autos, pero nada inaúdito, ni volar, ni lanzarse sobre un paracaídas, le pegaron y le hicieron herida y le sacaron sangre, era un común, corriente y argentino, tratando de hacerlo todo porque le devolvieran a sus hijos enteros. Un hombre real, que se cansó de tanto correr, el tiempo no pasa en vano  y lo demostraba con la blusa y chaqueta totalmente sudada. 
Habían algunos detalles, mínimos detalles, aquello que se le conoce como "continuidad" que fallaron un tanto, sumándose como "errores de continuidad", pequeñas situaciones solo descubiertos, por un ojo de lince como el de mi sisterna Manucita y yo, pero nada que le quite curso a la historia.

Pero en esencia, la cinta es entretenida, se hace mucho más corta de lo que uno supone, sobre todo porque al enterarte que el escenario de acción, en su mayoría, será un edificio, como que te da un poco de fobia, pero con imaginación y muchas escaleras esa sensación puede revertirse y darle energía a la trama. Sobre actuaciones, hay que decir que Sebastián (Darín), está genial, es el hombre entero, emotivo, humano, violento, de ojos enormes como con tiroides, que emociona, enternece, todas lo amamos, ellos lo detestan, al que le creemos (que no entre a la política igual), además que para Darín no debe haber sido fácil remar a SEPTIMO y salvarla, teniendo de coprotagonista a la Rueda de Belén, que no solo no coopera sino que más bien estorba. Se destaca también la simpatía y encanto del par de niños que le dan móvil a la historia. El siempre apocado de Luis Ziembrowski, que no sale del papel medianito, de mucha cara de perro con pena, que realmente es una apariencia y una cara que marca presencia, aunque no tendencia. Osvaldo Santoro un genio, hay que decir, no solo por la facha, apariencia, de mafioso sino porque es un excelente actor. El edificio donde ocurre gran parte de la historia, es un actor increible, además de hermoso, majestuoso e imponente. Esas escaleras, barandas, los pisos de mármol, la belleza siempre debe jugar un rol fundamental en una historia y si no puede entregarlo la protagonista, siempre es un agrado que los honores se los lleve un lugar magnífico como este edificio.

Otro pero, que más que pero es como "la esencia de la cinta" y al mismo tiempo la "la anti propaganda", pero más que para la cinta, para una ciudad tan hermosa, maravillosa, espectacular, como lo es Buenos Aires, ya que el mensaje subliminal que maneja la cinta y que al andar se convierte en algo textual, es que "no debes confiar en nadie" porque todos, todas, todos, son malos, te quieren cagar, la ciudad, la urbe, bulle como olla presión y la maldada sale por las ventanas, las puertas, las conserjerias de los edificios, por las calles, qué decir de parte de los canas (policias), que obviamente son malos y no hay regla que lo evite.
Así también el gremio de los abogados, quedan marcados como intrinsicamente desconfiados, paranoicos, violentos, que no solo tienen la palabra como herramienta de lucha. Entonces uno que ama Buenos Aires y lamentablemente no es porteña, se pregunta  ¿qué onda loco, por qué quieres manchar así ese lugar?
A lo que la voz del refrán respondería, pero cómo no, si el director es español y su país actualmente, es una mierda de ladrones, con una Corona corrupta que profita de los impuestos de la nación y que no ha trabajado en su azul existencia. Por lo que deberiamos comprender que ande con la vena que se le asoma por el cuello, tirando mierda para el mundo y venga que el receptáculo fue: Argentina. Pero bueno, por la mala propaganda esperamos de todo corazón, que muera en manos de un español bisnieto de algún conquistador de mala monta, actualmente cesante y que portaba aquel brilloso y filoso cuchillo que yace en la yugular de Patxi. Sólo pa que aprenda.
Totalmente recomendada!!


SINOPSIS:
Un padre, dos hijos y el juego de cada día: gana quien baje más rápido desde el séptimo piso del edificio. El padre por el ascensor, los niños por las escaleras. Pero, esta vez, el padre llega a la planta baja y no hay rastro de sus hijos. ¿Dónde están? Lo que parecía parte del juego, de pronto es un laberinto. Un misterio de siete pisos. Dudar de todo y de todos es clave en esta atrapante historia, en la que un padre deberá dar todo lo que es y lo que tiene para recuperar lo que más quiere.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Séptimo, Argentina- España, 2013
Dirección: Patxi Amexcua
Reparto: Ricardo Darin, Belén Rueda, Luis Ziembrowski, Osvaldo Santoro, Jorge D´Elia, Guillermo Arengo.

10 de noviembre de 2013

Pájaros volando.

Delirante diría yo que es una historia que no tiene pies ni cabeza, PAJAROS VOLANDO, es rara, es bien rara y quizás por eso mismo atrapa, pero delirante nada, porque si bien la historia que cuenta no es la más importante del mundo, ni cambiaría el sentido de nada si uno pasa de ella, igual entretiene y sobre todo tiene una extraña historia de ovnis, marcianos y humanos deseosos de ser "absorbidos" por los extraterrestes. Y si estás muy aburrido con algunas escenas quizás un poco reiterativas de por qué los humanos quieren irse con los ovnis o cosa por el estilo, si tuviste la suerte de grabarla, pues le aplicas rewin y asunto concluido. Capusotto que lo conocí por gracia de mi hermanita Manuela, es una persona muy divertida. Yo no soy de las que se ríen por cualquier cosa, soy mala de maldad aguda y me gusta el humor cuando va en pos de la sorna por el que está sufriendo o reirse de las tonteras que sin querer comete alguien, pero no de las tonteras de chistes babosos, sexuales, cochinos de los norteamericanos y todos esos imbéciles que sigan ese género. Mi hermana Manucita titula mi humor como "absurdo", que reconozco tiene mucho de maldad porque finalmente uno se mofa, ríe a carcajada batiente por las metidas de pata de otros, los equivocos, los comentarios inadecuados, las alemanadas pues.

Como en definitiva son los programas de Capusotto, donde se disfraza y ríe de los personajes que existen en el cotideano argentino, de los que se creen serios y en un dos por tres los tira al suelo en sus debilidades mas notorias, ridiculizándolos al máximo y haciendo así, que el espectador ame a "Violencia Rivas" que no es otra que Violeta Rivas, cantante argentina que según la apreciación de Diego Capusotto, sería conveniente, casi lo mejor que podría pasar, que esta mujer ya no esté entre nosotros y así, no tenga la malísima idea de ver como se ríen de ella. Así también se ríe de los punkies, de los rockeros, de los politicos, hay que decir que a Perón y Evita les tiene respeto, pero al resto.... salvense mejor será.
En el caso de PAJAROS VOLANDO, según Manuela, mi sisterna, que sabe mucho de éste cómico, vendría siendo un programa más de la serie, transformados, con muy poco presupuesto, casi de favorcito y mucho cariño, en una película. Entretenida que ni qué y para pasar alegremente el día domingo, pues qué mejor.
Totalmente recomendada!!


SINOPSIS:
La historia transcurre en una comunidad hippie de un pueblito serrano, donde la energía y el nivel cósmico son temas centrales, y sus habitantes, entre quienes predominan los rockeros, hablan de seres de otro planeta, al que ellos esperan viajar. A esa localidad llega desde la capital, José, invitado por su primo Miguel alías el "Fredom", convencido que es la persona que falta para integrar el tan deseado viaje en plato volador.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Pájaros volando, 2010, Argentina
Dirección: Néstor Montalbano
Guión: Damián Dreizik
Género: Comedia
Duración: 111 minutos
Reparto: Diego Capusotto, Luis Luque, Verónica Llinás, Juan Carlos Mesa, Damián Dreizik, Vanesa Weinberg, Osqui Guzman, Alejandra Flechner, Atilio Pozzobón, Lola Berthet.

3 de noviembre de 2013

Un amor.

De la historia del cine argentino, Paula Hernández, directora, ocupa uno muy especial, aquel en el que guardas los gratos momentos vividos tras saborear historias maravillosas, de las que te llegan al alma, relatos supuestamente ficcionales y sin embargo en los cuales te sientes y ves reflejado, porque todo lo que ahí ocurre juega con el espectador a verdad, mentira, realidad. 
Y sin embargo en su penúltima producción cinematográfica UN AMOR, Hernández comete el error, que le ha bajado unos tantos puntos en el ranking de los más del cine argentino, ya que se enamoró y decidió trasladar ese sentimiento a la pantalla. Por algo dicen que el amor y el trabajo no hay que mezclarlo. Un pajarito argentino y muy querido, nos contó que la directora se flechó con el actor, Luis Ziembrowski y de ahí en más aunque digan que el amor surgió en el rodaje, todo indica que fue antes y este trabajo es una dedicatoria de principio a fin, a ese amor delante y tras la pantalla.

Entonces pasó que Ziembrowski era el protagonista y eje central de esta historia a contar. Y ahí comenzó el craso error, porque UN AMOR tenía para salvarse así misma, ya que las historias de amor siempre son atractivas, en mi opinión personal, mucho más si los protagonistas son jóvenes, porque el amor adolescente marca para toda la vida. Pues bien Hernández, quiso intensificar los sentimientos de su corazón, contando una historia que abarca 30 años. Y nos contó en hora y pico la vida de Bruno, Elisa y Lalo desde que se cononce a los 16 años, en el pueblo de Victoria, a orillas del Paraná, lo que pasa entre ellos, un quiebre abrupto y un reencuentro 30 pirulos años después.

En lo personal, creo que Hernández fue ambiciosa, debió quedarse con una de las dos generaciones de historias y no abarcar tanto, para que no pasara lo que ocurrió: 
Una, el espectador no necesariamente entendiera el juego cronológico de atrás y presente de los personajes.
Dos, que una historia se comiera a la otra.
Tres, que la elección de personajes jóvenes tuvieran tan poco que ver con los resultados 30 años después, tales como Peretti, Rogers y Ziembrowiski. 
Yo me habría quedado, a ojos cerrados, con la historia adolescente, que entre cosa y cosa es la que le da de comer a toda la trama, ya que es el eje de todo y la que le otorga energía, fuerza, coraje, sentido de unión a estos tres amigos, amantes, enamorados, sensaciones, emociones, que no logramos encontrar en la historia, de adultos, de los personajes.

Por ejemplo Ziembroski, que ultimamente nos ha tocado verlo bastante en cine y teatro, tiene una presencia fuerte, es un hombre atractivo (al menos para mi), pero hasta el momento no hemos visto que después de aparecer y marcar presencia, nos deleite con una actuación soberbia. Peretti, insoportablemente egocéntrico, como dice mi sisterna Manucita, actúa sólo para él, incapaz de conectarse con los que lo rodean y siempre personifica tarados, nerds, que son abandonados por la mujer que evidentemente él ama, pero que no lo manifiesta como se debe. Y en cambio ella, Elena Roger, si que logra insinuar y meterle al espectador el bichito que algo ocurre entre esos tres personajes. 
Ella los mira a uno y al otro, intenta interactuar con ellos, pero el resultado no es parejo y termina convirtiéndose en un monologo de tres viejos, tratando de armar una historia.
Cosa que no pasa con los actores adolescentes, que además no guardan ninguna relación física con los actores maduros. 
Lalo que es Ziembroski, de joven tenía mucho pelo y crespo, la piel tostada al sol por su trabajo, musculuso, ojos redondos y de color gris, pestañas alargadas y encrespadas. Bruno que es Peretti, solo comparte lo pálido de la piel y una nariz que será grande, más no tan grande como la actual. 
Y Elisa, la chica de la manzana de la discordia, de joven es alta, delgada, mandibulona y con los dientes de conejo separados, en cambio 30 años después empequeñece de tamaño, pierde la mandibula pero gana unos hoyuelos en la comisura de la boca y también desaparecen los dientes de conejos. O sea la persona del casting que dejé de tomar ferné porque hace mal para la vista.

Además que en esta ceguera propia del amor de Hernández por Ziembrowski, pecó y demasiado de llenar la historia de momentos "clichés", muy embarrados, obvios, que le quitaban fuerza a la historia, los cuales en su mayoría por no decir todos, ocurrían cuando Bruno, Lalo y Elisa eran grandes. 
La tensión sexual entre los dos jóvenes y adolescentes, por esta chica que llega a vivir a Victoria, no se ve reflejada 30 años después, pese a todo lo que pasó y las historias que cada uno sumó y que los marcó y dejó atrapados en un pasado vital como el de la adolescencia. 
Uno como espectador no siente esta fuerza, este amor que arrasó con todo entre ellos, que los marcó y después separó. Más parece que el espectador presenciará una nueva historia 3 décadas después, no en un capitulo independiente, sino de una. Tres personas, que tuvieron una historia en la juventud y ahora, en el presente, el objetivo es que algo pase entre el uno que siempre estuvo enamorado de la otra, ésta que en realidad siempre ha estado enamorada del tercero y ese que también la ama pero titubea. Pero de la ligazón del pasado con el presente, saludos mandó la familia.

Mala cosa, porque uno estaba acostumbrado a que podía ver el cine de Paula Hernández a ojos cerrados, recomendarlo de la misma manera. Igual también todos tenemos derecho a caernos y después, rápidamente levantarnos y comenzar un nuevo camino para enmendar el error. Espero que Paula esté haciendo caso a este instructivo de salvación y pronto nos devuelva la fé y el sabor del mejor cine latinoamericano.
Recomendada!!

SINOPSIS:
Vacaciones de un verano de los ‘70.
Lalo y Bruno son adolescentes, haciendo nada en días llenos de nada.
Pero en una tarde húmeda y sin pedir permiso, llega Lisa, arrasando con algo mas que la monotonía del pueblo.
Treinta años más tarde, Lisa vuelve a irrumpir en esas dos vidas adultas.


CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Un amor, 2011, Argentina
Dirección: Paula Hernández
Guión: Paula Hernández y Leonel Dágostino, sobre un cuento de Sergio Bizzio
Asistente de Dirección: Ana Laura Guzzoni
Producción: Verónca Cura, Alejandro Zito
Dirección de producción: Juan Pablo Miller
Fotografia: Guillermo Nieto
Música: Axel Krygier
Reparto: Diego Peretti, Elena Roger, Luis Ziembrowski, Alan Daicz, Denise Groesman, Agustín Pardella, Valeria Lois, Eugenia Guerty, Edgardo Castro, Sebastian Blanco Leis, Gabo Correa, Nicolas Rodriguez Ciotti, Paula IturizaSantiago Rovito, Thomas Kritzer Mindel