27 de noviembre de 2014

Remembering the Artist: Robert De Niro Sr




Conocido o por conocer, todos tenemos un papá. 
Gracias a él y a la mamá es que nos podemos considerar hijos.
Pero les apuesto lo que quieran, que muy pocos sabíamos que el actor norteamericano-italiano, Robert De Niro, tenía uno, que fue un pintor conocido en Estados Unidos. 
Por mi parte, me enteré ayer, mientras veía, gracias a mi sisterna Manucita, REMEMBERING THE ARTIST: ROBERT DE NIRO SIR
Confieso que tenía la fantasía que De Niro (actor), había llegado a USA casi que a nado, junto a su familia, todos de orígen italiano y de estrato social muy modesto, o sea que El Padrino, era el reflejo de su vida. Y resulta que si bien de origen italiano, tanto el papá (artista), como el hijo (actor), nacieron en Estados Unidos. Es el abuelo quien llegó directamente de Italia a vivir a Estados Unidos, logrando convertirse en una familia bastante acomodada. Y fue ese defecto denominado "artista" el que hizo que el actor naciera en un hogar, no tan acomodado económicamente. 

Pero el charm, sumado a una belleza sin igual, con que contaba el artista Robert De Niro, ya estaban en marcha y sumado a las virtudes artísticas que logró desarrollar, aunque no le permitieran brillar junto a las estrellas, no se rindió nunca y fue siempre única, exclusiva y maravillosamente: pintor.
En este hermoso documental, el hijo del artista, el actor Robert De Niro, va relatando la vida del padre, del marido, solitario, sensible, homosexual, así como también los amigos que lo rodearon, conocieron sus obras, admiraron su trabajo, personalidad y estuvieron a su lado en las muy malas, las mas o menos, hasta el final.

Lamentablemente el artista Robert de Niro, no contó con la gracia de los seudo conocedores de arte y no brilló en el firmamento de los pintores. Todos opinaban que era muy bueno, pero no tranzaba, era un hombre profundamente sensible, susceptible, que si veía o sentía que algo no funcionaba, olía traición a su alrededor, se alejaba, aconchaba, escondía. Era realmente un artista. A nosotras nos gustaron mucho los cuadros que en el documental muestran, estilo figurativo y no tanto y naif, mucho color, formas divertidas, mujeres y sus formas hermosas, flores, espacios libres. 
La trama del documental, aunque con tonos biográficos, tiene un halo triste, porque el padre artista no logró el sueño de la fama, el hijo tenía temas pendientes con un papá que no se comportó como tal todo el tiempo, pese a ello, mantiene intacto el taller de trabajo del padre, sus cuadros y ahora, rinde homenaje con este trabajo audiovisual. 

Esa tristeza nata e inevitable, de los hijos cuando no tenemos más a nuestros padres y sentimos que quizás no hicimos todo lo que estaba en nuestras manos, para hacerlos feliz. Quizás este reconocimiento y admiración, le sirva al actor para disculpar su conciencia, que en realidad no debería sentirse así, pero lo dice alguien que sufre lo mismo con respecto a sus progenitores, asi que no sé si seré de fiar. 
Finalmente un documental muy emotivo, hermoso, triste, que deja un saborcito medio amargo, medio lastimero, pero que la belleza de los cuadros, sus colores, las historias buenas mientras las hubo, alegran un tanto el firmamento.
Totalmente recomendado!!


SINOPSIS:
En 1945, la obra de Robert de Niro Sr. fue incluida en el Salón de Otoño de la galería Art of This Century de Peggy Guggenheim junto con la de Jackson Pollock y Mark Rothko. Al año siguiente, tuvo su primera exposición individual en la galería de Guggenheim, todo un honor y una muestra de prestigio para el joven pintor figurativo. Pero, aunque De Niro siguió exponiendo en la reputada galería Charles Egan durante la década de 1950, su carrera comenzó a quedarse al margen del foco de la crítica y tuvo que luchar por el reconocimiento en las décadas siguientes.
En unos años en los que los gustos artísticos estadounidenses cambiaban drásticamente, su obra empezó a no encajar en ninguno de los géneros en boga y quedó oscurecida por cada una de las nuevas vanguardias. 
CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Remembering the Artist: Robert De Niro Sr., Estados Unidos, 2013
Dirección: Perri Peltz, Geete Gandbhir
Género: Documental
Duración: 39 minutos

24 de noviembre de 2014

Ríos de luz.



De los documentales que me gustan, están los que cuentan historias de personas reales, ojalá vivas. Así fue como gracias a mi sisterna Manucita, anoche vi RIOS DE LUZ, la historia de un grande del lente, la cámara y la captura de la luz para las imágenes cinematográficas: Héctor Ríos. De hecho, en medio de los nubarrones de la ingorancia, recordé que la primera persona que me habló de Héctor Ríos, fue un amigo peruano que vino a Chile para estudiar al lado suyo, porque quería ser "director de fotografía". Como en temas de este país tengo muchos nubarrones, medio autoimpuestos, medio autocumplidos y absolutamente por un rechazo parido al reniego de los orígenes. Pero eso es tema de diván y aqui estamos hablando de cine.

Asunto es que entre los nubarrones o lagunas mentales, siempre tuve una confusión que no quise aclarar, sobre quién era Héctor Ríos. Como me gusta el cine pero no soy una sabionda técnica de sus avatares, cuando este amigo peruano me contaba de lo máximo que fue estudiar con Ríos yo decía ¿qué tanto sería eso? Muchísimo. Muchísimo realmente porque ahora sé y no olvidaré más, que el director de fotografía es el que nos permite ver la película a contar. En combinación con el director, que es el propietario de la idea, que se plasmó en un guión, trabajan idea e imagen y finalmente es el magistral trabajo, creatividad, juegos de luz, ambientación, que da el director de fotografía, para que uno en calidad de espectador termine disfrutando aquello que entra por los ojos y se aloja en todos los sentidos.

Héctor Ríos, es un grande.
Una persona hermosa, sensible, que capta la crudeza de la pobreza, de la belleza de las cosas, las capta y las plasma pero no las roba, ni lucra con ellas. Héctor Ríos, una persona excepcional que se emociona con lo que a través de su lente observa y captura y que debe dejar de hablar porque las ganas de llorar, son más fuertes. Un hermoso hombre. Una persona especial.
En este documental de Maga Meneses y con un tiempo (duración) que a mi se me antojo corto, nos va relatando a través de conversaciones, quién es Héctor Ríos, de dónde salió, cómo llegó a ser director de fotografía, director de sus propios documentales. Junto a su mujer Magie, nos va mostrando fotos y más fotos de las cintas en las que participó, las que hizo en Italia cuando patudamente decidió viajar con una mano delante y la otra detrás, sin dinero, ni nada porque quería ser actor. Y terminó siendo director de fotografía, estudiando en una escuela de Roma, aprendiendo, llenándose de conocimientos, cuando por continuar el camino del origen su rumbo no tendría jamás, ni soñando un viaje a Italia. Estudiante de electricidad en la Universidad Técnica del Estado, En Santiago, ingresó a un grupo de teatro y el mundo cambió. Sumado a que alguien en Roma vio en él eso que lo convertiría en esa persona tan especial, que le permitió estudiar cine sin pagar, esas humanidades que ya no se estilan en estos tiempos.

Una tremenda trayectoria.
Un hombre de izquierda que se emociona con lo que sucede en su país en los 60 y 70, que participa de la Unidad Popular, junto al Presidente Salvador Allende, que trabaja en "El Chacal de Nahueltoro" de Litin; "La colonia penal"  y "El infierno" de Raúl Ruiz; "El enemigo principal" de Jorge Sanjinés, cineasta boliviano; "Venceremos, Jose Duvauchelle y Francisco Coloane", de su autoría; La Frontera (o tontera) de Ricardo Larraín. 
Digamos, un hombre que ha dejado huella e historia. Que viaja al exilio en 1974 con rumbo a Venezuela donde permanece 10 años para retornar el ´83, dedicarse a la publicidad hasta que surgen algunos proyectos cinematográficos. Actualmente, se desempeña como profesor de "dirección en fotografia" en la DoucValparaíso, una joya, un honor, que esos chicos realmente puedan trabajar con un "maestro" y que éste en su inmensa generosidad, les entregue sus conocimientos que obviamente, son muchos.
De los aciertos que tiene "Hora D realizadores" en TVN, los viernes a la hora del queso, solo apto para borrachos que vuelven del carrete desvelados, pero por suerte, tengo una sisterna, que graba todo y además lo comparte.
Totalmente recomendada!!

SINOPSIS:
Recuerdos, imágenes, anécdotas y emociones van surgiendo del relato que Héctor Ríos hace de su vida y de su amor por el cine. Desde la fascinación de niño con la imagen en movimiento hasta su encuentro casual con la luz como medio de expresión artística. Su oficio, su necesidad de entrar en el sueño de otros para narrar historias posibles, para mostrar realidades … la estética y la ética de su creación a lo largo de años de experiencia, y la docencia como eje central de su trayectoria hasta el día de hoy. Héctor Ríos llegó a ser el director de fotografía y camarográfo más relevante del cine chileno y ha sido el formador de muchas generaciones de cineastas. En 2007 recibió el premio Pedro Sienna a la trayectoria.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Titulo original: Ríos de luz, Chile, 2011.
Dirección: Maga Meneses.
Producción: Jorge Aliaga.
Gémero: Documental
Música: Jorge Aliaga
Duración: 65 minutos

16 de noviembre de 2014

Les cousins.


Me gustaría tanto, tantísimo, ver todas las películas de mis directores consentidos. Ir descubriendo sus cambios, avances, diferencias con un film de una década o entre dos que tienen apenas unos años entre si, revisar como van variando sus actores "fetiches", las historias, guiones, tramas. Es por eso que cuando vi el anuncio de LES COUSINS, de Claude Chabrol, dentro de un curioso ciclo de películas "atesoradas" en su formato original por Henri Langlois, supe que tenía que ir a verla.

Para colmo de felicidades extremas, la poesía de ver una cinta de mi amado Chabrol, es que al entrar en la sala, la pantalla avisaba a los espectadores, que lo que verían podría tener fallas de sonido, imagen y textos, ya que los rollos eran originalmente de 16 o 35 mm y eso sumado a la data de cada una de las cintas y el espectador (ignorante) mal acostumbrado a que todo tiene que ser grande, en HD, 3D, con un audio que parece que estás ahí y una imagen con la misma sensación, más valía advertir para que no fueran a pegar un grito en el cielo. Está de más contar, la anécdota curiosa de cómo la sala (que no es demasiado grande) fue vaciándose, hasta que quedamos los que realmente "apreciamos" y valoramos el cine, en sí mismo y que además ensoñamos retroceder en el tiempo y sentir que estamos en la avant premier, de LES COUSINS, nada menos que la segunda película de Claude Chabrol. Para mi, fue una poesía en movimiento. Rememoré aquellos viejos tiempos en Guadalajara, cuando mi papá (cinéfilo de colmillo largo) nos llevaba a comer pizzas a Papa Bambino Pizza, donde proyectaban películas del Gordo y el Flaco y de Chaplin y como audio, la poética música que salía de un piano. Después vendrían las miles de cintas, que veríamos en los cines de barrio, desde Lo que el viento se llevó, Rebeca, casi todo Hitchcock, todo Sherley Temple, casi todas las de Laurence Oliver, es decir, todas las cintas en blanco y negro, que tantas nostalgias le producían a mi papá.

Entrando en materia, la historia ya que es la segunda cinta (1959) de Chabrol, tiene mucho de su tipo de cine, si vamos hablar de un modelo en particular: jugar con las armas, un poco de violencia, el sexo no pornográfico pero siempre presente, los y las desfachatados, las y los cínicos, alguien que sufre por amor, amores incompletos, tragedias que pintan como tal pero que suceden de manera tan particular, que uno no sabe si son "ironías" de la vida o la vida misma.
La trama es la siguiente, Charles viaja de provincia a París para estudiar en la universidad, se alojará en casa de su primo "citadino" Paul, quien vive en un confortable departamento, pagado por sus padres. El departamento es hermoso, amplio y cómodo. De a poco, Charles, irá saboreando la alocada vida de Paul, la encontrará maravillosa, pero él ha viajado para estudiar, ninguna otra cosa más, no debe fallarle a su mamá. Hasta que en su camino, se cruza Florencia, una chica también alocada y las cosas comenzarán a complicarse.

El desenlace, que no lo contaré es al más puro estilo Chabrol: impactante, inimaginable, sorprendente, donde uno realmente no sabe si el director te estaba tomando el pelo o de verdad la película se acabó y así quedó. Me gustó mucho, muchísimo. Ojalá que pronto tenga la oportunidad de ver la primera y del total de su filmografía, todas las que me falten por ver. Como datos curiosos, hay que destacar que el actor que personifica a Charles (Gérard Blain) también las hizo como director y murió a los 70 años, estoy casi segura que no salió en ninguna otra de Chabrol, es demasiado guapo y por lo general la belleza del elenco de éste cineasta francés, radica más bien en el género femenino. Que por cierto la actriz que interpreta a Florencia  (Juliette Mayniel), después de esta cinta, contrajo nauseas (nupcias) con Chabrol y fue durante muchos años su musa y mujer. Y en el caso de Paul (Jean-Claude Brialy) ése si que ha sido, casi hasta la última cinta de Claude, su actor predilecto.
Totalmente recomendada!!

SINOPSIS:
Charles es un joven provínciano que llega a París para estudiar derecho. Se hospeda con su primo Paul, que tiene piso propio en la ciudad, lo que le permitirá conocerlo y comprobar hasta qué punto sus cáracteres son antagónicos, pues mientras él es serio y responsable, Paul vive únicamente para disfrutar intensamente del presente sin importarle el mañana. Durante su estancia conoce a Florence, una de las amiguitas de Paul.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Les cousins, Francia, 1959
Título en español: Los primos.
Director: Claude Chabrol
Guión: Claude Chabrol, Paul Gégauff
Música: Paul Misraki
Fotografía:  Henri Decaé (B&W)
Género: Drama
Reparto: Gérard Blain, Jean-Claude Brialy, Juliette Mayniel, Guy Decomble, Geneviéve Cluny, Michéle Méritz, Corrado Guarduccci, Stéphane Audran.
Premio:  1959 Festival de Berlín, Oso de Oro.