12 de septiembre de 2017

Nada pertenece a la memoria.



En los últimos estertores de SANFIC 13, me lancé a ver “Nada pertenece a la memoria”, documental de José Luis Torres Leiva, que trata sobre la vida personal y profesional de Pedro Chaskel, cineasta y montajista.

Realmente un documental hermoso. 
Desde que lo vi en la programación del festival, tuve ganas de verlo. Me alegro de haberlo logrado, porque aprendí mucho de él, de su historia, como por ejemplo que nació en Alemania y junto a sus padres y hermanos, llegó a Chile en 1939, país en el que se nacionalizará en 1952. Que fue uno de los fundadores, deseosos de discutir y profundizar en los problemas del cine, de la revista Séptimo Arte.

Que vivió en Chile hasta el golpe militar de 1973, en el que tuvo que exiliarse con su mujer y sus hijos en Cuba, donde se instala durante diez años, trabajando como montajista y realizador del ICAIC. Es en esos años que forma parte del equipo que monta "La batalla de Chile", de Patricio Guzmán. Así como también como la realización, de uno de sus más conmovedores documentales sobre el exilio chileno: "Los ojos como mi papá", además de tres films dedicados al Che Guevara, uno de ellos por ser el más importante "Una foto recorre el mundo", donde se reflexiona sobre el significado emblemático de la célebre fotografía que le tomara Alberto Korda, al Che.

También tenía mis dudas sobre si era cineasta, fotografo, montajista, o qué. Ahora sé que es un poco realizador y otro tanto montajista. Que sus primeros trabajos como montajistas los hizo para Naun Kramarenco, en "tres miradas a la calle" (1958) y "Deja que los perros ladren (1960).

Sus primeros documentales: "Aquí vivieron" y "Érase una vez" correalizados entre 1962 y 1965 junto a Héctor Ríos (dirección de fotografía), con quien establece además de una amistad, una fructífera colaboración. "Testimonio" y "Venceremos", definen la fuerte connotación social y política de la mayor parte de su trabajo posterior.

Y mientras tanto, desde la sala del cine, en medio de la penumbrosa oscuridad, en esa magia divina de estar solo y a la vez rodeado de otros, en nuestra calidad de espectadores, miramos hacia la pantalla y vemos a un hombre mayor, canoso, un tanto arrugado, con lentes, Pedro Chaskel, adulto, conversando con dos mujeres: Andrea Chignoli (montajista) y Catalina Donoso (académica de la U. de Chile), quienes le van haciendo preguntas y dialogando en torno a su vida personal y cómo llegó al cine.

Él amable, cálido, encantador, con una soltura que el espectador no sabe si entre ellos hay una complicidad antigua, o bien a Chaskel le gusta la conversación, hay en su dialogo un relajo, una tranquilidad, que traspasa la pantalla, donde el espectador se siente uno más en esa reunión.

Como es documental, la conversación, es aliñada con imágenes de los trabajos realizados por Chaskel. Así es como nos vamos adentrando en sus trabajos, sus pensamientos, recuerdos de niñez, como cuando iba al cine con su hermana a ver "Dumbo", o cómo fueron definiéndose sus gustos hasta hacerlo realizador y montajista. 

En la soltura de esa conversación, Chaskel, contó sobre aquello que se convirtió en "su técnica", a la hora de trabajar en el formato documental. Y lo que él considera como "las herramientas" para que una secuencia realmente tenga ese carácter y que consiste, en que al filmar el objeto (persona), éste en algún momento debe mirar a cámara, con la curiosidad que cualquiera al verse enfrentado a esa situación, haría. De no ser así, facilmente podría caerse en la la manipulación de la escena y perder credibilidad.


En lo personal, de lo poco y nada que conocía de Chaskel, lo vine a saber de su paso, al parecer de varios, varios, años, en el programa que emitía Canal 13 "Al sur del mundo", junto a Francisco Gedda. A través del docu, supe que además trabajo junto a Pablo Salas y otros cineastas, trabajaron denunciando la dictadura y adaptándose a los nuevos tiempos, en formato vídeo. Es en esa época que realizan "Somos más" (1985) y "Por la vida e imágenes de un primero de mayo" (1989).
Totalmente recomendado!!


SINOPSIS:
Trabajo centrado en una de las figuras fundamentales del cine chileno contemporáneo: el destacado realizador y montajista Pedro Chaskel. A partir de recuerdos domésticos, se reconstruyen las obras más importantes de su carrea y sus motivaciones.

CALIFICACION:
*********************

FICHA TECNICA:
Título original: Nada pertenece a la memoria, Chile, 2017.
Dirección y guión: José Luis Torres Leiva.
Fotografía:
Guillermo González Stambuk
Montaje: José Luis Torres Leiva.
Sonido: Eduardo Tumayan.
Productor: Xhinno Leiva.

No hay comentarios: