11 de febrero de 2021

To kill a Mockingbird.


Cuando encontré esta cinta en el tvcable, decidí verla por dos razones. La primera, porque estoy en esa edad que no le hago el saque a las cintas en blanco  y negro, porque aunque no soy de la época en que el cine era totalmente así y en cambio hubo un tiempo que de verlo, me quedaba dormida, hoy no solo lo puedo ver, sino que también valorar y comienza a gustarme tanto como el contemporáneo. Y la segunda razón, fue el título que me gustó mucho.

Comencé a verla sin grabar, porque cuando estás frente a algo bueno, no quieres dejar pasar más tiempo. Pero era tarde en la noche, tenía que trabajar al día siguiente así que lo dejé grabando, sobre todo porque la cinta tiene una duración de 129 minutos.

Y para ser totalmente sincera, supongo que lo primero que me sedujo fue el hecho de contener ciertos elementos que me hicieron recordar una película que vi hace muchos, muchos años atrás y que no he podido olvidar jamás.


Lo primero que debo decir es que los 129  minutos, no los padece uno en lo absoluto, la historia está tan bien hecha, de manera sencilla digamos que cuando mire el reloj descubrirá que el fin está cerca. Lo segundo es que la sencillez de la historia es lo que nos irá seduciendo, como sucede en la primera escena en que están los dos hermanos jugando y divirtiéndose por el hecho de ser verano y que las clases hayan terminado, cuando de pronto llega el padre de ambos del trabajo, Atticus Finch, abogado y cuando están entrando a casa, llega el juez del pueblo para contarle a Atticus deberá defender al hombre que ha sido acusado de violación.

Con esa antesala es que comenzarán a salir a escena los recursos cinematográficos de Robert Mulligan, como la voz en off de Scott, la mujer adulta que nos introduce a su historia de infancia al contarnos que: "ese verano fue el más importante y marcador en mi niñez y en la de mi familia". A pesar de estar hecha en 1962 la cinta fue hecha en blanco y gris/negro, otro de los elementos usuales en el cine de este director, sumado a una atractiva banda sonora, el hecho no menor que la historia ocurra a principios de la década del 30, cuando cae la bolsa de Wall Street y sucede la gran depresión económica en el país. 

Con esos elementos nos enteramos que Scott, como le dicen a la niña y su hermano, han hecho amistad con un vecino y están planeando las aventuras para ese verano, entre ellas investigar/entrar a la casa del monstruo. Mientras que Atticus Finch, el papá de los chicos, deberá enfrentar al pueblo, defendiendo a un afroamericano acusado de violar a una mujer blanca.

Si me han leído, sabrán que adoro, amo, las cintas donde lxs protagonistas son chicxs, jóvenes, en apuros, románticas, de aventuras, dramas. Y para colmo de felicidades esta cinta, contaba con la actuación protagónica de Gregory Peck, que además de guapo, tiene un modo muy suave, seductor, pausado, buen actor pues.

Con esos elementos fui adentrándome en la historia y un hálito de nostalgia titilaba en mi interior, haciéndome sentir un extraño deja vu. Entonces descubrí que aquellos elementos que tanto me gustaban y atraían de "Matar a un ruiseñor", se debían a su director, Robert Mulligan (director estadounidense de cine y televisión adscrito al movimiento del Nuevo cine norteamericano), quien recurrentemente en alguna de sus cintas como The Other 1972, Summer of´42, The Pursuit of Happines 1971, entre otras, suele iniciar la cinta con una voz en off, un guión estremecedor, con un final no necesariamente radiante en felicidad, actores jóvenes o bien niñxs y suceder en el contexto de algún hecho histórico.

En el caso de "Matar a un ruiseñor/To kill a mockingbird", destacamos la voz en off, en este caso de una mujer, que suceda en verano, que el hecho histórico afecte a toda la comunidad, una buena banda sonora y que los protagonistas sean tanto niños, como adultos. En la que vi hace años, la voz en off era masculina, también sucedía en verano, en una ciudad costera y en los albores de la IIº Guerra Mundial, momento en que Estados Unidos enviaría a sus soldados y cómo esa situación afectaría a los amigos y a la comunidad en su conjunto.  

De historia.

Podría decir que la historia de la película esta centrada en dos partes o en dos grupos, el mundo de los grandes/adultos y el mundo de los niños. Los primeros intentando llevar justicia e igualdad, Gregory Peck debe defender a un afroamericano que lo han acusado de violación y los niños, que de tres, dos son sus hijos aprenderán sobre la amistad, a no tener prejuicios y enfrentar situaciones más que difíciles.

Supongo que hay como una moraleja o enseñanza, no entraré en ese detalle, me quedo con la ambientación de época, el caserón embrujado, la rectitud y tranquilidad de Peck para enfrentar la ignorancia y brutalidad del pueblo, el vínculo de lxs niñxs con el entorno y lo que su padre les ha inculcado.

El otro detalle no menor de Mulligan y un poco ante mis ojos lo eleva a la calidad de dios, es que esta cinta está basada en una novela, de la escritora Harper Lee (Monroeville, Alabama 28 de abril de 1926, Ibídem 19 de febrero de 2016), escritora estadounidense conocida por su novela "Matar a un ruiseñor/To kill a Mockingbird (1960)", obra ganadora de un Premio Pulitzer. 

Hay que destacar en esta historia, la actuación de los hijos de Atticus, tanto por la naturalidad para actuar (porque no lo eran), como por el vínculo sencillo y cálido  que se nota establecieron con Peck. Así también la presencia express de Robert Duval, nunca imaginé que fuera tan guapo (jajajaja) y como su presencia actoral sea tan fuerte como para a penas aparecer y sin embargo, marcar tanto.

Gregory Peck, aunque ya lo mencioné reiteró que me gustó mucho su personaje, esos hombres, grandes hombres que existieron en este mundo a veces tan malvado y discriminador, que sin chistar acepta defender a un inocente, de una acusación que lo mandará a la horca. Ese modo característico de Peck, que mi padre decía se debía a su altura, de ser tan tranquilo, suave, ecuánime, pero que no se le iba una, jamás un gesto de ira, ni en los peores momentos. Aquello de todo con diálogo, alcanzar la justicia con las leyes, hablando, dialogando, lo justo es justo. No sé como que cada que aparecía en escena irradiaba una tranquilidad que no adormecía sino que producía atracción, respeto y admiración. Que supongo lo hace un buen actor, porque es justamente lo que el espectador aprecia cuando el gran juicio concluye y lo que ocurre con los que esperan hasta que el abogado Atticus Finch, se retira de los tribunales, sea cual fuere el veredicto.


SINOPSIS:

Adaptación de la novela homónima de Harper Lee. En la época de la Gran Depresión, en una población sureña, Atticus Finch (Gregory Peck) es un abogado que defiende a un hombre negro acusado de haber violado a una mujer blanca. Aunque la inocencia del hombre resulta evidente, el veredicto del jurado es tan previsible que ningún abogado aceptaría el caso, excepto Atticus Finch, el ciudadano más respetable de la ciudad. Su compasiva y valiente defensa de un inocente le granjea enemistades, pero le otorga el respeto y la admiración de sus dos hijos, huérfanos de madre. Y mientras el juicio va desarrollándose, los hijos de Atticus vivirán decisivas aventuras, que los marcarán para siempre.


CALIFICACIÓN:

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FICHA TÉCNICA:

Título original: To Kill a Mockingbird, 1962.

Director: Robert Mulligan.

Duración: 129  minutos.

País: Estados Unidos.

Guión: Horton Foote, basado en la novela del mismo nombre de Harper Lee.

Música: Elmer Bernstein.

Fotografía: Russell Harlan (B&W)

Reparto: Gregory Peck, Mary Badham, Brock Peters, Phillip Alford, John Megna, Frnak Overton, Rosemary Murphy, Robert Duvall.

Género: Drama, judicial, sureño, racismo, infancia.


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