A plena luz: El caso Narvarte.

Al día siguiente de su estreno en Netflix, me lo topé, no tenía idea de su existencia, poquito de su mala historia contada en los medios mexicanos, sobre todo cuando surgió la identidad de Rubén Espinoza, el fotoperiodista de Proceso, ahí supe que de alguna manera, ese crimen masivo, había sido con dedicatoria. Lo que faltaría era enterarse de la cantidad de dedicatorias y uno que otro azar de "estar en el lugar incorrecto a la hora incorrecta", que podemos decir, fue el caso de Yesenia y de Alejandra. El resto de les asesinades, Nadia, la chica colombiana y Rubén, fueron señalados como prontas víctimas de asesinato.

Por un lado aplaudo de pie al director, Alberto Arnaud, el mismo que hizo "Hasta los dientes", el caso de los estudiantes del TEC de Monterrey, que los asesinaron en la puerta del recinto universitario y que después los medios de comunicación acusarían de "delincuentes" y de no ser por la investigación que sus familias obligaron a realizar, más la de los compañeros de la universidad, más Alberto Arnaud. Porque gracias a Hasta los dientes y ahora con A plena luz: El caso Narvarte, es que podemos saber la verdadera historia detrás de esos asesinatos. 

Y me alegro que exista Arnaud, lamento que su especialidad sea documental de crímenes, que suceden todo el tiempo en mi amado México. De pronto, con esto que me gustan las series y películas del género negro, policiales, misterio, detectives, estos documentales entran como si fueran ficción y uno, yo, los veo sorprendida, escandalizada, pensando y sin dejar de hacerlo, que esto no es ficción, es una terrible realidad, una realidad diaria que se vive en México y que se agradece de sobremanera que existan familiares que luchan por la verdad siempre y que existan personas que hacen estos documentales, pero sería tanto mejor que la justicia existiera, que metieran presos a los narcos, corruptos, asesinos, sicarios, corruptos, presidentes, políticos, gobernadores y dejaran vivir en paz, con libertad, con libertad de prensa, de expresión, de vida, de tránsito, a todas las personas que no hacen el mal en el mundo.

Me tocó muchísimo este documental, aunque la base de la historia sea la misma siempre, el montaje armado por los corruptos de la policía, de los ministerios de justicia, la desinformación y connotaciones discriminatorias, a la cual se prestan los medios de comunicación, transformando la idea que si estás envuelta, envuelto, envuelte en drogas, prostitución, mereces que entren a tu departamento y te asesinen. La naturalización de la muerte. En un país como México, donde la corrupción política esta mezclada con el narco, el robo, el lavado de dinero, trata de mujeres, de niñas, de niños, lograr ver las cosas como realmente son, es y debe ser terrible. 

Rubén y Nadia.

Así como le sucedió a Rubén y Nadia, jóvenes que vivían en Veracruz, él fotoperiodista y ella estudiante universitaria, que no iban a quedarse callados, que gritaban y protestaban porque durante el gobierno de Javier Duarte Ochoa, desaparecieron a 17 periodistas, desaparecían, torturaban, chupaban a jóvenes estudiantes, que no se quedaban callados, que protestaban. Hasta que les tocó a Nadia y Rubén. Entonces se levantó la familia, los amigos, los cercanos, las personas escandalizadas y aburridas de este sistema político, policial, corrupto.

Millie y Yesenia.

En el caso de la chica colombiana, Millie, era el elemento perfecto para que la prensa y la noticia pusieran como telón de fondo: colombiana, prostituta, drogas, merece morir o en qué andaría. Junto a ella, Yesenia, una joven de 20 años oriunda de Morelia, Michoacán que decidió irse al DF a probar suerte y ayudar a su madre. Evidentemente la cosa no está fácil y menos si no tienes estudios, entonces la colombiana Millie, conoce a Yesenia o las dos son interceptadas por los mafiosos de la trata de mujeres y las toman, les dan un departamento  para vivir, cerca de la Avenida Revolución, donde están los hoteles para ir a ejercer la profesión, después pagar a sus dueños y después irse a sus casas, donde no les alcanza para vivir y por eso ponen un aviso en el diario de arriendo de habitación, así llega Nadia a vivir con ellas en ese departamento en la Colonia Narvarte.

Alejandra.

A Alejandra, la señora del aseo, que también asesinaron, no se le conoce cómo fue que llegó a trabajar a ese departamento. Sus dos hijas, que son quienes llevan su causa, tampoco tienen información de por qué trabajaba ahí, por qué alguien querría asesinarla. Aunque años, muchos años atrás, para un cumpleaño de Alejandra, ella les dijo que no sobreviviría más allá de los 40 años y que alcanzaría notoriedad. Al parecer, tenía el don de presentir. Lo único que se sabe es que ella también fue víctima de esos asesinos, que a las 14:15 horas ingresaron al departamento a ultimarlos. 

Como tristemente dice la madre de Yesenia, si no fuera porque en el departamento estaban Nadia y Rubén, su hija, la colombiana Millie y la empleada, hubieran sido más mujeres asesinadas, un número en una lista, sin nombre, sin historia, sin justicia y sin derecho a tenerla. Pero como Rubén era un fotoperiodista que tuvo que irse de Veracruz tras la persecución política de la que fue objeto, su nombre sonaba, era conocido, asociado a los periodistas asesinados en México, los que no se quedan callados, trabajaba para la Revista Proceso, de los pocos medios que denuncian lo que realmente pasa en México. Gracias al asesinato de Rubén, es que Nadia, Alejandra, Millie, Yesenia, se convierten en personas, mujeres personas, seres con derechos, derecho a saber su historia, su verdad, los motivos, razones, para que fueran asesinadas a plena luz del día.

Totalmente recomendada!!! 

SINOPSIS:

Documental que revela pruebas de corrupción en la investigación del asesinato de cinco personas ocurrido en el barrio de Narvarte (México) en 2015.

CALIFICACIÓN:

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FICHA TÉCNICA:

Título original: A plena luz: El caso Narvarte, México, 2022.

Duración: 108 minutos

Dirección: Alberto Arnaud.

Guión: Alberto Arbnaut, Pedro G. García, Salma Abo Harp, Cristina Soto.

Música: Camila Uboldi.

Fotografía: Leonardo García Castillo, Julio Llorente, Luis Montalvo, Samuel Rojo.

Género: Documental.