6 de marzo de 2012

La lección de pintura.

Siempre es un agrado ver una película por la que se ha esperado tanto tiempo y sobre todo, de la cual se ha dicho tanto, tantas cosas, comentarios a favor y en contra. Como la cinta en cuestión es chilena, lo que más se escuchan son comentarios adversos, porque suele ocurrir que en "casa de herrero cuchillo de palo", uno no apoya el cine nacional. De hecho, a mi no me gusta mucho el cine chileno, pero en cambio si me gusta el cine de Pablo Perelman, además del propio cineasta, obviamente. Y para felicidad de él y de todos los que tuvimos a bien ver el estreno de LA LECCION DE PINTURA, esta su nueva obra cinematográfica (A la sombra del Sol, Imagen Latente, Archipielago), es una muy buena película.
Los dueños de los dimes y diretes dicen que es a causa de que pasó por el bisturí de la edición y que lo que quedó tiene cero de Perelman, creo que eso está bien dificil porque aunque reciten misa, finalmente el que puso el ojo en la cámara, el que escribió el guión, el que logró armar esa relación hermosa entre el niño, el farmaceutico y  la madre, fue el propio cineasta. Pero siempre ocurre que cuando alguien que se mantuvo demasiado tiempo en las sombras, de pronto alcanza la luz, los envidiosos de siempre gritan en coro "ah es que la rehicieron para que esto fuera posible".

Los comentarios adversos, los vamos a dejar fuera. A mi LA LECCION DE PINTURA me gustó mucho. Me gustó Jiménez Cacho en su rol del farmaceutico embobado o enamorado de este niño prodigio que pinta como los dioses y sin tener un àpice de cultura. Me gusta Verónica Sánchez, la actriz que hace de la madre del niño prodigio, me agrada porque actua de forma natural, como si uno (el espectador) la conociera de siempre y supiera todo de ella, porque es hermosa y porque se la quiere por su sencillez y simpatía. Qué decir del niño prodigio, Augusto, recordé a Truffaut, Wood y ahora Scorsese, aquellos que tienen la magia del buen ojo, para escoger niños preciosos, simpáticos, que ante las cámaras se desenvuelven como si hubierna nacido para ello.
Obviamente que quedé atrapada con la trama, los tiempos, las ironías, los chistes sutiles pero agradables, cada uno de los personajes que formaban este pueblo en el sur de Chile, el contraste con los cuadros de Pedro Lira que realmente lograban atrapar la belleza del sur, de sus árboles milenarios, de sus casas o ranchos de adobe, con techos de tejas rojizas, muros  blancos. Pese a que no ocurre precisamente en el sur, sino que en Llay Llay.

Nunca he leído a Couve, novela de la que Perelman se basa para hacer el guión de LA LECCION DE PINTURA, mi mamá que sí lo leyó, dice que en la novela no hay ni un alpiste de relación política como sí ocurre en la película. Pero es que si uno sabe algo de la trayectoria cinematográfica, política, social, de Pablo Perelman (Imagen Latente) y lo ha escuchado alguna vez, sabrá que es un hijo de la UP, de la dictadura y cuando cargas todo eso en el morral de la vida, sobre todo si tienes un hermano y amigos desaparecidos, es un tanto dificil hacerse guaje y dejar pasar la historia de un pueblo, una nación, tunación, como si nada. Y si además eres artista del celuloide, sería un poco extraño, más criticable aún, que no ocuparas esas caracteristicas particulares para desarrollarlas en tu trabajo.
A mi me encanta la gente que es consecuente, que a su manera, a su tiempo, mantiene firmes y vivas los ideales y las ensoñaciones y jamás la perdida de memoria.
Espero realmente que con LA LECCION DE PINTURA, Perelman, logre acallar a todos los bocoques y envidiosos que no soportan ver la dicha de otros. Ojala que el cine local, pudiera convertirse en Grito y Plata, Fama y Fotuna que tanto, tanta falta le hace a nuestro querido Pablo.
Mientras tanto, lo que tienen que hacer es ir a verla y darse cuenta, despabilarse, descubrir que siempre se pueden contar historias buenas, pese a que la fama sumada en el tiempo, no diga precisamente eso. Lo que se le conoce como algo más que una segunda oportunidad para el cine de Pablo Perelman.
Totalmente recomendada!!


SINOPSIS:
La historia de un talentoso niño pintor, hijo de madre soltera, que es apadrinado por el boticario del pueblo, un Llay-Llay desde los años 60 hasta 1973. Con un cierto contenido político y la construcción de un relato sobre la pérdida de la inocencia del país entero.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: La leccion de pintura, Chile, 2011
Dirección y guión: Pablo Perelman
Fotografía: Serguei Saldívar Tanaka (Méx)
Montaje: Ángel Hernández Zoido
Música: Julio de la Rosa
Producciones: Berta Navarro, Andrés Wood.
Reparto: Daniel Jiménez Cacho, Verónica Sánchez, Juan José Susacasa, Catalina Saavedra, Edgardo Bruna, Carmina Riego, Teresa Hales y Carmen Gloria Bresky.

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