23 de febrero de 2016

Mong ta joo.

Debo reconocer que el cine oriental en gran medida, no es de mi total agrado, pero porque tienen esa particularidad, para mi terrible, de manejar las intensidades de las emociones a todo lo que da. Los dramas se transforman en dolores del alma, existencialismos de arrastrar cobija, que inevitablemente uno proyecta algo en las vidas que los personajes desarrollan y el pajeo (enrollamiento) mental es de tal magnitud, que casi uno siente deseos de tener cerca una pistola y dar fin a este desasosiego vital. Y para colmo, las cintas de acción, crimen, policial, son de una violencia explicita, humana, maldad viceral humanoide, que para qué ver por cine si la realidad es igual o peor.

Pero cuando vi anunciada MONG TA JOO, que decía crimen, no aparecía rotulación alguna de su origen oriental, así que la grabé, comencé a verla, descubrí su procedencia pero ya era tarde porque me había atrapado. Otro detalle es que pensando en la posible relación entre título y película pensé que el MONG TA JOO, digase MONTAJE, se refería a las patrañas alrededor de los secuestros, que eran reales, terribles, pero que el objetivo era otro. Y pues no, a medida que avanzaba la cinta fui descubriendo que era el titulo y su significado era literal, porque hacia referencia a la manera en que se estructuraba la historia para ser contada y por supuesto no era absolutamente lineal. 
En definitiva eran dos historias, dos madres que sufren la pérdida espantosa del secuestro de sus hijas, casualmente dos niñas, una de cuatro años, la otra de siete y todo el proceso del trabajo de la policía, el contacto con el secuestrador, la exigencia del pago a cambio de la devolución con vida de la niña, pero con el detalle que una historia ocurrió hace 15 años atrás y en el nuevo caso, es que los detalles fueron sumando para que volviéramos al caso primigenio.

O sea es una maraña de cabos aparentemente sueltos, bajo una historia simple, pero con una cantidad de detalles al parecer simples, que uno va sumando y armando el rompecabezas. Hilando que lo imposible de descifrar, era obvio, estaba a la vista, pero para la mirada de unos ojos observadores y un oído agudo. Digamos que los ingredientes que hacen de una cinta policial la mejor. Eso sin duda. Tanto es así que en el transcurso de la película ni chance me di para poner pausa e ir hacer pis, estaba tan nerviosa, no asustada, sino que nerviosa de lo que iba sucediendo, las pistas falsas, pensando que estaban a un chis de atrapar al secuestrador y otra vez se les escurre de las manos y repetir nuevamente el dolor latente de las madres por sus hijas ausentes. Todo muy real. Realmente buenas actuaciones, muy expresivos los personajes, porque obviamente en materia de parlamento quedamos un tanto fuera de todo, ellos a su vez dirán lo mismo al escucharnos hablar a nosotros.
Realmente un hallazgo buenísimo, interesante, una manera creativa y apasionante para tratar una historia simple, que se transforma en atrayente de principio a fin.
Totalmente recomendada!!! 


SINOPSIS:
En 1998 Ha-kyeing pierde a su hija en un caso de secuestro nunca resuelto, 15 años después se repite el crimen copiando exactamente al caso no resuelto de 1998..

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Mong ta jo, Corea del Sur, 2013
Título en español: Montage
Director: Jeong Geun-seop
Guión: Jeong Geun-seop
Música: Ja Wan Koo
Género: Policial - Crimen - Drama.
Reparto: Jeong-hwa Eom. Sang-kyung Kim, Young-chang Song, Jo Hee Bong, Uhm Jung Hwa, Song Yeong Chang.

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