Llegué a esta película por motivos completamente utilitarios jajaja, estaba bordando y entre escuchar música y ver alguna serie/película, opté por la segunda, pero tenía que ser en habla hispana, porque bordar y mirar subtítulos, todavía no lo consigo.
Y si bien la tenía en mi lista de preferencias de Netflix, como que la había dejado en el final, porque pensé que era puro tema de la droga/coca y aunque no leí que era comedia con su pizca de drama, como que me daba fuchila.
Por suerte he cambiado mucho y ya no boto, ni me deshago de todo, sino que lo pongo al awaite o a enfriar o a entibiar, dependiendo el estado anímico. Y me gustó tanto, tantísimo, que me alegro mucho no haberla borrado, haber esperado para el momento indicado. Haberla elegido y visto.
En cambio en Polvo, José María Yazpik, director, guionista y protagonista, nos cuenta la historia de San Ignacio, un poblado de Baja California sur, donde no llega nadie. Pero una noche caen del cielo, cual relámpagos furiosos, azotando techos y suelo, bolsas con forma de ladrillo pero de color blanco. Al día siguiente los sanignacianos al ver el regadío de ladrillos, pensaron que eran rellenos de cal y empezaron a juntarlos, guardarlos y algunos usarlos en construcción y/o para destapar los WC.
Obviamente que no era cal. Y así es como el Chato (Yazpik), oriundo de San Ignacio, vuelve 10 años después, porque sus jefes le han encargado "recuperar" los ladrillos blancos. La consigna es "vas tu y si no te la puedes, te alcanzamos y al que se niegue a devolverlos, nos lo echamos (matamos)".
Y es que el Chato, quien es nacido y criado en San Ignacio, hace más de diez años decidió irse a estudiar fuera. Fuera del pueblo, a la capital, Ciudad de México aparentemente y a estudiar ¿Qué? Actuación y así convertirse en la promesa del lugar, enorgullecer a su familia y a su novia Jacinta. Pero sepa si lo logró, porque nunca más volvió, ni se supo de él en las películas que cada tanto estrenaban.
Es que parece que no se fue nada a la capital, sino que se quedó atrapado en Tijuana, haciéndole al negocio de los "ladrillos de polvo". Es por eso que le encargan a él, regresar al pueblo y recuperar y devolver a su verdadero dueño los mentados ladrillos. Pero la tarea no es fácil, porque los sanignacianos han hecho uso de los ladrillos y Chato tendrá que contarles tremendo cuento para que los que queden los devuelvan pero ¿por qué harían eso? Pues porque hay recompensa para quién lo haga. Primero será 100 dólares por ladrillo para terminar triplicando la suma y agregándole varios ceros al lado derecho del número 1. Lo que evidentemente causará un estruendo financiero para los lugareños, muchos de los cuales son pobres de solemnidad y de pronto, tendrán casi más dinero que sus jefes o patrones.
Polvo, también cuenta con una historia de amor, entre Chato y Jacinta, quien fuera su novia antes que él se fuera y de ese tiempo pasaron 10 años, la chiquilla creció por todos lados, poniéndose bien guapa y se casó con Toto, el mejor amigo del Chato. Toto, actualmente funge como el Gendarme o policía del pueblo y le ofreció a la chica lo que Chato no pudo por pendejo y porque no estaba.
La película es entretenida, es buena, es amena, pero no es una obra de arte y supongo que nadie estaba esperando lo fuera, lo que sí es que en el transcurso de los 88 minutos de duración de la película, nos enteraremos de algunos culebrones que se caen de maduros, así como también nos haremos más de cien preguntas que no tienen respuesta. Que uno diría y qué tanto, pues es en cine como en literatura, la primera lección que te dan es que "lo que no vas a desarrollar o explicar, no lo cuentes, relates, filmes". Aquellos se llaman "cabos sueltos" y son los ingredientes para detectar, determinar cuando un libro, historia, película, no estuvo al cien por ciento en calidad. Pero insisto "Polvo", es una comedia buena, entretenida, pero no una obra de arte.
SINOPSIS:
En búsqueda de fama y fortuna como gran actor de Hollywood el Chato dejó San Ignacio, su idílico y apacible pueblo en medio de la nada. Diez años después, en 1982, cuando un cargamento de cocaína es arrojado desde el aire sobre San Ignacio, al Chato la mafia de Tijuana le encarga recuperar la droga, a sabiendas de que si no lo hace todos los habitantes del pueblo estarán en peligro. A su regreso el Chato se confronta con la posibilidad de recuperar su vida, su familia y al hijo que no sabía que tenía.
CALIFICACIÓN:
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FICHA TÉCNICA:
Título original: Polvo, 2019, México.
Duración: 88 minutos.
Dirección: José María Yazpik.
Guión: José María Yazpik, Alejandro Ricaño.
Música: Sergio Acosta, Andrés Sánchez Maher.
Fotografía Tonatiuh Martínez.
Género: Comedia - Drama de los años 80.
Reparto: José María Yazpik, Mariana Treviño, Joaquín Cosío, Jesús Ochoa, Angélica Aragón, Adrían Vázquez, Carlos Valencia, Carlos Otalla, Manuel Poncelis, Irineo Alvarez, Wendolee Ayala.
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