Debo ser de las pocas personas, que no sabían, no tenían idea que la relación entre el director de cine sueco: Ingnar Bergman y su musa inspiradora y esposa, mujer, amiga: Liv Ullmann, fue una historia de lo más tormentosa. Quizás tendría que haber puesto mayor atención a la hora de ver cada una de sus historias, sobre todo que las fui a ver orientada, por no decir dirigida, por mi padre. Y que tras ver este documental LIV & INGMAR, no fue tan difícil reconocer cierto parecido increíble entre la historia familiar personal y la de ellos. Supongo que sin ser muy cliché, eso suele ocurrir en personas muy talentosas, que además padecen enfermedades mentales como la depresión o maníaco. Es decir, que quizás Don Ignmar, aunque Liv, no lo dice con todas sus letras, era evidentemente un hombre atormentado, no sé si depresivo o también maníaco. Pero vaya que los relatos de ella, en este documental, son desgarradores.
Primero nos deleita con la historia de aquel amor realmente maravilloso, que surge entre los dos cuando están filmando en la película "Persona", ella tiene 25 años y él 46 y mientras ella sufre y llora cada que lo ve y después descubrirá que eso pasa porque está enamorada de él, un día descubrirá a Ingmar mirándola y entonces descubrirá que realmente hay algo entre los dos.
Estos primeros fragmentos de la historia, relatados en exclusiva por boca de Liv, son los pasajes del inicio de una historia que a todas luces se ve será de amor, de amor del más puro, del más incondicional. Ella se siente protegida, querida, él encantado con ella. Ese amor va creciendo minuto a minuto hasta llegar el momento en que cada uno debe afrontar a sus vidas anteriores, separarse de sus parejas para poder estar realmente juntos. Además Liv está embarazada del director.
Liv Ullmann, es una mujer encantadora, con su sonrisa franca y sincera te va contando detalles de esa historia en común y uno va adentrándose en ella, escuchando, mirándola porque es realmente encantadora. Hay una timidez entre medio de esa sonrisa y espontaneidad, en las fotos que nos muestra siempre son otros los que hablan, gesticulan y ella seria, sonriente pero seria observa. Mientras que en los personajes que encarga en las películas, aparece con un rostro sombrío, apesadumbrado, cargando un dolor, una tristeza honda, que es tan ajena, aparentemente con la Liv, de la juventud.
Pero como nos cuenta la actriz, cuando finalmente se casan y el director compra una casa frente al mar, la casa que será solo para ella, él y el bebé que viene en camino, comienza a construir una muralla de piedra que los aleje de los demás, porque en este mundo no hay otros que tengan cabida. Y ella enamorada e inocentemente va dándose cuenta que se la está invitando al encierro, al aislamiento total.
Pero como es una historia de amor y ella cuenta cómo de distintas formas y maneras él la ama pese a todo y ella a él también, se mantiene en la jaula que le han construído. Siguen haciendo películas y de a poco Liv, las usará como vía de escape para arrojar todo el dolor, la frustración, la amargura que carga.
Es aquí donde comienza con más y más detalles, a relatar "escenas de la vida conyugal", que yo realmente desconocía, lo maravilloso y tormentoso que fue a la vez, vivir con este señor. Como el aislamiento fue opacado al lado de la furia provocada por las crisis de depresión, después de todo lo contrario, no había violencia física, cuenta ella, sino más bien, violencia psicológica: "Ignmar sabía exactamente qué decirte para que esas palabras calaran hondo y no lograrás olvidarlas más". Así pasaron varios años hasta que ella no aguantó más y se fue de la casa con su niña.
Y una vez con harta tierra y agua de por medio, una vez que las aguas se amanzaron, las crisis del director no tuvieron a Liv de espectadora, renació entre ellos ese amor que seguramente nunca se apagó, pero un amor sano, suave, calmo, que fue más bien una hermosa amistad, la que los mantuvo juntos hasta el último suspiro de Ignmar. Ella sintió que él la llamaba, fue hasta él, estuvieron un rato juntos, conversando y después que ella se marchó el murió.
Creo que lo indudable en este documental, es el amor, la poesía que aunque dolorosa emana de las palabras de Liv Ullmann, una mujer que realmente solo amó a Ingmar Bergman y que así fue por siempre jamás.
Realmente un documental que te deja más que la cabeza dando vueltas, también pensando en la vida, tu vida, la felicidad, tantas, tantas cosas. Y creo que cuando a uno le remueve la materia gris, una película, un documental, es porque es excelente y hay que intentar verlo, promoverlo, difundirlo, para que aquello especial, raro, removedor que te pasó, le ocurra a más cabezas, emociones. Entonces cuento que esto lo vi en la señal Europa europa (401 de VTR).
Totalmente recomendado!!!
SINOPSIS:
Documental sobre la relación que mantuvieron durante 42 años Liv Ullmann y el director Ingmar Bergman, con quien la actriz interpretó doce películas.
CALIFICACION:
*************************
FICHA TECNICA:
Título original: Liv & Ingmar, 2012, Noruega.
Dirección: Dheeraj Akolkar.
Guión: Dheeraj Akolkar.
Música: Stefan Nilsson.
Fotografía: Hallvard Braein.
Género: Documental.
Duración: 89 minutos
Primero nos deleita con la historia de aquel amor realmente maravilloso, que surge entre los dos cuando están filmando en la película "Persona", ella tiene 25 años y él 46 y mientras ella sufre y llora cada que lo ve y después descubrirá que eso pasa porque está enamorada de él, un día descubrirá a Ingmar mirándola y entonces descubrirá que realmente hay algo entre los dos.
Estos primeros fragmentos de la historia, relatados en exclusiva por boca de Liv, son los pasajes del inicio de una historia que a todas luces se ve será de amor, de amor del más puro, del más incondicional. Ella se siente protegida, querida, él encantado con ella. Ese amor va creciendo minuto a minuto hasta llegar el momento en que cada uno debe afrontar a sus vidas anteriores, separarse de sus parejas para poder estar realmente juntos. Además Liv está embarazada del director.
Liv Ullmann, es una mujer encantadora, con su sonrisa franca y sincera te va contando detalles de esa historia en común y uno va adentrándose en ella, escuchando, mirándola porque es realmente encantadora. Hay una timidez entre medio de esa sonrisa y espontaneidad, en las fotos que nos muestra siempre son otros los que hablan, gesticulan y ella seria, sonriente pero seria observa. Mientras que en los personajes que encarga en las películas, aparece con un rostro sombrío, apesadumbrado, cargando un dolor, una tristeza honda, que es tan ajena, aparentemente con la Liv, de la juventud.
Pero como nos cuenta la actriz, cuando finalmente se casan y el director compra una casa frente al mar, la casa que será solo para ella, él y el bebé que viene en camino, comienza a construir una muralla de piedra que los aleje de los demás, porque en este mundo no hay otros que tengan cabida. Y ella enamorada e inocentemente va dándose cuenta que se la está invitando al encierro, al aislamiento total.
Pero como es una historia de amor y ella cuenta cómo de distintas formas y maneras él la ama pese a todo y ella a él también, se mantiene en la jaula que le han construído. Siguen haciendo películas y de a poco Liv, las usará como vía de escape para arrojar todo el dolor, la frustración, la amargura que carga.
Es aquí donde comienza con más y más detalles, a relatar "escenas de la vida conyugal", que yo realmente desconocía, lo maravilloso y tormentoso que fue a la vez, vivir con este señor. Como el aislamiento fue opacado al lado de la furia provocada por las crisis de depresión, después de todo lo contrario, no había violencia física, cuenta ella, sino más bien, violencia psicológica: "Ignmar sabía exactamente qué decirte para que esas palabras calaran hondo y no lograrás olvidarlas más". Así pasaron varios años hasta que ella no aguantó más y se fue de la casa con su niña.
Y una vez con harta tierra y agua de por medio, una vez que las aguas se amanzaron, las crisis del director no tuvieron a Liv de espectadora, renació entre ellos ese amor que seguramente nunca se apagó, pero un amor sano, suave, calmo, que fue más bien una hermosa amistad, la que los mantuvo juntos hasta el último suspiro de Ignmar. Ella sintió que él la llamaba, fue hasta él, estuvieron un rato juntos, conversando y después que ella se marchó el murió.
Creo que lo indudable en este documental, es el amor, la poesía que aunque dolorosa emana de las palabras de Liv Ullmann, una mujer que realmente solo amó a Ingmar Bergman y que así fue por siempre jamás.
Realmente un documental que te deja más que la cabeza dando vueltas, también pensando en la vida, tu vida, la felicidad, tantas, tantas cosas. Y creo que cuando a uno le remueve la materia gris, una película, un documental, es porque es excelente y hay que intentar verlo, promoverlo, difundirlo, para que aquello especial, raro, removedor que te pasó, le ocurra a más cabezas, emociones. Entonces cuento que esto lo vi en la señal Europa europa (401 de VTR).
Totalmente recomendado!!!
SINOPSIS:
Documental sobre la relación que mantuvieron durante 42 años Liv Ullmann y el director Ingmar Bergman, con quien la actriz interpretó doce películas.
CALIFICACION:
*************************
FICHA TECNICA:
Título original: Liv & Ingmar, 2012, Noruega.
Dirección: Dheeraj Akolkar.
Guión: Dheeraj Akolkar.
Música: Stefan Nilsson.
Fotografía: Hallvard Braein.
Género: Documental.
Duración: 89 minutos
No hay comentarios:
Publicar un comentario