25 de enero de 2018

Inspector Maigret: Tend un piège


Hubo un tiempo en el que el verano tenía aroma a playa, a la temporada completa echando la hueva, mirando el mar. Eran los buenos viejos tiempos, en que en edad adolescente, recién llegada a Chile, junto a mis padres, gozábamos de las mieles del confort que daba vivir de gorra (allegada) en la casa de mis abuelos paternos, en Santiago, quienes además poseían un lugar más que agradable en la playa ¿dónde? Isla Negra.

Esos días, maravillosos, que alcanzaron a durar nada más y nada menos que dos años, dos veranos seguidos, además de todas las maravillas del verano, sol, playa, flojera al máximo, ver Tv, pasear por la playa, caminatas a los bosques, a comer sandia, mucho pescado, harta compota de pera, sumaban el aroma de la lectura. En veces siempre guiadas por mi padre y en esos dos veranos (1987 – 1988), por mi amado abuelo “Titin”, quien abrió su corazón generoso, una vez más, traspasándome la adicción a por las letras detectivescas de Conan Doyle, Agatha Christie y el sublime Simenon.

Georges Simenon, para no pecar de patuda, que no tuve el honor de conocer, más si de devorar, tanto en su versión “Inspector Jefe Jules Maigret”, que casualmente es el tema que me trae a colación, sino que además, después mucho tiempo después a raíz de mis propias pesquisas, dar con sus otras novelas o más bien, sus primeras novelas. Novelas sicológicas, increíbles, perversas, encantadoras, entretenidas todas y que la verdad, daban pista sobre pista, para transformarse en una segundona del Inspector Maigret o al menos, en una segundona en el  arte de matar.


Sobre Georges Simenon.
Nacido en Bélgica un 13 de febrero de 1903 y muerto el 4 de septiembre de 1989, fue un autor y periodista, que abandonó los estudios secundarios por necesidades económicas y se dedicó a varios trabajos ocasionales hasta entrar a trabajar como reportero de La Gazette de Liège, trabajo que le permitió conocer los ambientes marginales de su ciudad y que le servirían para sus novelas.

Simenon publicó por primera vez en 1921 bajo seudónimo, y un año después se instaló en París, viviendo ambientes culturales y bohemios. Viajó por todo el mundo haciendo reportajes y entrevistas.
Tras la Segundo Guerra Mundial, viajó a Estados Unidos, en donde permaneció diez años, continuando con su labor literaria. A su regreso, se instaló en la Costa Azul y posteriormente en un pueblo cerca de Lausana.

Simenon fue un autor prolífico, con casi 200 novelas publicadas, y es uno de los autores en lengua francesa más vendidos de la historia. Conocido principalmente por sus libros protagonizados por el Comisario Maigret. Simenon también practicó una prosa más intimista que fue reconocida al ser elegido para la Academia Real de Bélgica.



Volviendo al tema que nos convoca, pues bien, como estamos en verano desde hace algunos días, no pude evocar aquellos hermosos momentos de juventud y supongo que un poco por ello y por aquello, es que la vida nos da, de tanto en tanto, ciertas alegrías. Fue así como zapeando los canales de Tv Paga, me topé gratamente con que en TV5Monde Amerique Latine, estaban exhibiendo “películas” inspiradas en mi ensoñado Jules Maigret.


Obviamente las grabé, a pesar que la data de aquellas cintas, fechaba 1959 y advertía “blanco y negro”. Pero la verdad, es que he visto tanto bodrio intentando simular a mi inspector jefe, que si bien no soy demasiado adepta al cine “retro”, porque para eso ya me lo recontra morfé, todo, todito, todo.

No están para saberlo pero se los voy a contar igual (ya lo saben ¿verdad?), pues la cosa es que tuve un papá un tanto mayorcito de edad, guapo, hermoso, encantador, que por tal, decidió casarse dos veces y pues, por si no pispan, soy de la segunda camada. Y junto a ese papá, que era muy culto y le encantaba el cine, nos invitó un poco y obligó otro tanto, a ver todas las movies de su infancia (mudas jajaja), sonoras, todas en blanco y negro.

Después la vida me haría toparme con uno que otro amigo, que se transformó en pololo y bueno, qué le hace una, eran un tanto nerds y dale que también amaban el cine mudo, blanco y negro. Tons como que tengo hecho mi noviciado en “cine antiguo”.

Pero como les dije, en materias del Inspector Jefe Jules Maigret, o el Comisario, que no me gusta ese término porque suena como a wéstern y nada qué ver, el cine contemporáneo no ha sabido darle el honor y gloria que merece. Entre que no le atinan al actor que debe personificar al inspector, porque les da con no entender que éste debe ser un tanto subido de peso, usar su chamarra (abrigo), a lo Humphrey Bogart, del Halcón Maltes, de color blanco o color beige o quizás negro, de solapas bien amplias, para capear el frío de esos días que los europeos sí que saben de qué va.


Porque Maigret, además de ser el más tenaz de los detectives, de la policía francesa, fumar su pipa de tanto en vez, es un gozador de la vida que se disfruta al son del buen paladar. Al menos en los libros, Simenon, siempre hace alusión de forma deliciosa, que hace trujir las tripas, de solo imaginar, oler, saborear, aquellas suculentas, espesas, calientes, sopas de cebolla,  que el Inspector debe ingerir, sumado a su copita de vino tinto, para poder machacar y machacar aquellas ideas, reflexiones que tiene atrapadas en el inconsciente. Una poesía.


Sobre Inspector Jefe Maigret.
Jules Maigret, quien aparece por primera vez en 1929 en “Pedro El Letón” y por última vez en 1972, en “Maigret y El Señor Charles”.  Maigret es el protagonista de 75 novelas y 28 relatos cortos. 

Jules Maigret, más que resolver crímenes, resolvía personas.  En la mayoría de sus novelas el inspector Maigret ya es un famoso inspector, jefe de la policía de homicidios de París con oficinas en el Quai des Orfèvres.

Maigret, es un hombre más bien alto, uno ochenta, de hombros anchos, corpulento, siempre fumando su pipa, le gusta beber y acostumbra hacer varias paradas en bares durante sus pesquizas. Vive confortablmente en su piso de Boulevard Richard-Lenoir en París, con su esposa Madame Louise Maigret quien parece cuidarlo como si fuera un niño. Nunca tuvieron hijos y eso le da un carácter un tanto de misterio, de tristeza, de una cierta soledad a este matrimonio ya entrando en la mitad para el fondo de sus vidas. Y que de agarrarnos de algo, podríamos decir, los elementos perfectos para hablar de la novela negra de misterio, mejor personificada por Simenon, imposible.


Y pues la verdad, sin ser creída, debo confesar que he visto más series inspiradas en Maigret, de las que habría querido, y digo tal porque ninguna, hasta ahora, le había acertado a los puntos fundamentales.
El otro plus, es que aquello que yo me topé como “película” de mi inspector ensoñado, no es tal, pese a sus 95 minutos de duración, sino que son “series”. Las series que se hicieron en 1959, con el actor francés Jean Gabin, que es tal y cual me imaginé siempre sería Maigret: enorme de altura, fortachón, amplio tórax, espalda, abrigo tal y cual debe ser, del color también, sombrero negro, pipa y la notoria barriga de quien se ha morfeteado varias sopas de cebolla. Una poesía.

Y como son serias “antiguas” jajaja no puedo dejar de destacar aquello, onda que dentro de un año y tantito cumplirán sus bodas de plata y Colombita ensoñada, o sea yo, que le hacía el saque a las cintas “oldie” porque ya vi muchas, estoy lo que se dice encajada en la pantalla de Tv mironeandolas feliz, contenta y sin comerme ninguna perdiz.


Los plus de esta serie.
Si tuviéramos que enumerar todo lo que favorece a estas series de Maigret, realizadas en Francia, 1957 - 1959, género crimen, destacaría la poesía que de tanto escuchar, ya entiendo como dos palabras, de la lengua gala, francesa. Dos las locaciones. Sí, oye que soy mala pensé que como era oldie, la serie estaría filmada poco menos que en una sola habitación, me estarán queriendo pegar los que son coterráneos en edad de la serie. Les pido disculpas. Porque no olvidemos que la serie es europea, francesa y la modernidad llegó mucho antes que nosotros y qué decir que mi, que además soy una grosera.


Sobre Jean Gabin.
El actor que personifica magistralmente a mi amado Jules Maigret, Jean Gabin o Jean-Alexis Moncorgé, nació en París, 1904 y estiró las chalupas en 1976 en Neuilly-sur-Seine, 1976. Actor de cine francés.

Hijo de los artistas de variedades Joseph Gabin y Hélène Petit, trabajó como aprendiz en la empresa constructora Chapelle y como mecánico hasta que en 1920 entró a formar parte del Follies Bergère gracias a la amistad de su padre con el empresario Fréjol.

A su regreso en 1926 trabajó en el teatro y en espectáculos de variedades hasta que fue contratado por la compañía Pathé-Natham con la que debutó en el cine interpretando versiones francesas de películas alemanas. María Chapdelaine (1934), de Julien Duvivier, fue su primera gran oportunidad en el cine y la primera de sus numerosas colaboraciones con el director.

En sus siguientes obras, Gabin adquirió una notable popularidad con su encarnación de héroes románticos y de origen humilde en filmes como La bandera (1935) y La Belle équipe (1936), ambas dirigidas por Duvivier, y Los bajos fondos (1936), de Jean Renoir.



De vuelta a las series del Inspector Jefe Jules Maigret, otro detalle que podría inquietar, molestar, perturbar a muchos, es que pensarán como un poco hice también, que como es antigüita, hay que sentarse a dormitar, en espera que pase algo, algo de acción. Pues noooooooo señoras y señores, señoritas y jóvenes, otro error de la modernidad, pensar que todo lo de ayer quedó atrás y no se movía. Cada una de las series, porque deben de haber sido varias, las que yo he visto (Maigret tend un piége y) son de una acción, de una reflexión, de un entretenido, de un misterio, trama, que nos morimos todos juntos.

Aquí voy con un comentario personal, que no puedo evitar lanzar, qué alegría le daría a mi abuelo Titin, si estuviera entre nosotros, ver esta serie. Aunque después pienso que con lo adelantado, mega increíble que era él y con lo viajado, demás que las debe haber visto en su país de origen Francia…. Porque la verdad de la milanesa, mi abuelo era lo más.

En fin, volviendo a la serie, todo lo que les cuente quedaré corta y eso me produce gran alegría. Qué más contarles para picarles la curiosidad y vayan lo que se dice “ipso facto” a mirarla. No lo sé, tampoco soy de rogar, así que si quiere hágalo y sino pues chinguese que yo estaré más que feliz disfrutando el fin de año, con esta serie que está de chupetearse los dedos.

SINOPSIS:
Inspector Maigret, debe revelar la identidad de un asesino en serie, que asesina mujeres inocentes que regresan a su hogar. 

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Maigret tend un piége, Francia, 1957.
Título en español: Maigret tiende una trampa.
Dirección: Jean Delannoy.
Reparto: Jean Gabin.

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