3 de enero de 2018

El maestro.


Hace un rato terminé de ver EL MAESTRO, serie de Pol-ka, Adrián Suar y dirigida por Daniel Baraone y protagonizada por el grande, siempre grande, Julio Chávez.

Hace unos meses atrás la vimos anunciada en al Tv cable, con mi sisterna Manucita y la tenía programada y todo para grabarla y verla. Pero no sé qué pasó que final de cuentas, no la vi. También será que Manucita sí la vio y como me iba contando cada emoción que le provocaban, los capítulos y la trama, a medida que las historias iban avanzando, me dio hueva verla, si de escuchadas ya lo había hecho. Además que soy mañosa y me gusta ser la primera jajaja.



Pero ocurrió que antes que terminara el 2017, dieron un maratón de EL MAESTRO y era tomar o pestañear y opté por grabarla y verla en versión "sin parar" cuando tuviera tiempo.

Y el milagro sucedió, mitad, en el fin de semana largo de "caca navidad" y el resto, entre 31 de diciembre y 1º de enero.

Por si no se hacen una idea, como que el título no les dice nada, EL MAESTRO, la historia gira en torno a Abel Prat (Julio Chávez), un máximo instructor de ¿qué? Ballet. Y en esas piruetas a hecho más fama que fortuna o la fortuna la utilizó para armar la Academia de Danza, que mantiene junto a su inseparable mejor amigo, Mario (Juan Leyrado). Y bueno, en esta academia llega un día una chica de estrato socio económico magruzco, pero que pese a no tener formación, es la mejor de las mejores, si se la sabe mirar con atención y si además, le dan una pulidita. Entonces será Abel Prat, quien lo haga. Quien pula y pula a este diamante bruto, de nombre Luisa (Carla Quevedo).



Y podríamos dejar la historia en eso, pero además de plana y fome (aburrida) a lo más sería para el publico que se para de puntitas. Entonces, le agregamos conflictos, hartos conflictos, mucha cebolla picada, porque la verdad sea dicha esta serie argentina, inevitablemente me remite a los tiempos pasados, dígase los lejanos años ´70, ´80, en que tanto cine como series, no telenovelas ya que éstas son siempre cebollas. Las series, son lo que en Argentina se conocen como "unitarios", porque se emiten una vez a la semana y tienen una duración menor. Bueno pues, estas series y cines, sumaban tras cámara a directores y guionistas que contaban de la vida de los personajes, haciéndolos más emotivos de lo que uno a veces puede soportar, porque el merengue empieza a derretirse o la picada de cebolla a enceguecer. 

Será que me fijo en esto, porque la verdad no soy precisamente de lágrima fácil y cuando me pican finita la cebolla, más que llorar, me dan risa, o me hastió o me dan arcadas. En este caso, mejor le puse rewin al asunto y así nos evitábamos, enlodar el prestigio de Julio Chávez, a quien es inevitable no amar locamente.



Esta serie, como puede suceder a veces, tuvo un lento comenzar, una aplastante monotonía además de encebollada, sumado a que la actriz protagonista, bailarina, era fatal de mala, inexpresiva. Entonces el espectador no lograba empatizar con sus problemáticas y más bien -al menos yo-, más bien quería que saliera pronto, prontito, de cuadro, pero con la penita, porque como era protagonista, pues había que comérsela todo el rato. Y bueno pues, que con el perdón de Chávez, harto rewin que tuve que hacer para sacar adelante la serie. 



Pero para suerte mía, la cosa mejora a medida que nos acercamos al final, huele demasiado a que el fin está llegando y entre que te alegras, porque al fin verás el The End, medio que también vas emocionándote hasta las lágrimas que no habías arrojado y además casi perdonas las fallas, las actuaciones pésimas, las inexpresividades, las actuaciones de muermos, el exceso de cebolla picada y te reencantas. Esto en realidad, digamos las cosas por su nombre, sucede más que nada - y todo el tiempo-, por la actuación sublime de Julio Chávez en su Abel Prat. Sorprendentemente -para mí-, con el personaje de Inés Estévez, Paulina y por siempre con Juan Leyrado (Mario) que es otro gran actor con el que uno no tiene quejas. 

Y dos agradables descubrimientos actorales, lamentablemente masculinos y lo lamento porque pucha caí una igual quiere que el género propio levante el nombre poh. 

Los actores Matías Silva, que interpreta a Camilo, nieto de Prat y Abel Ayala, Brian, el novio de Luisa (la bailarina muerma). Porque realmente ambos son de sacarse el sombrero. Camilo, que es un niñito, encantador, lindo, expresivo, de una madurez y las escenas que tiene con su abuelo Abel (Chávez), son de una poesía, de una ternura, de un vínculo estrecho, maravilloso. Porque hay que decir que Julio, tiene un don para sumar a los actores con los que trabaja y si son niños, eso ya es magia y poesía.

Y en el caso de Brian (Ayala), una gran actuación, porque su personaje del joven popular, chorizón, que en vez de palabras se le va todo en golpear, defender su metro cuadrado a punta de puñetes. Y es que está locamente enamorado de su novia Luisa y siente como ésta se le escapa para irse con EL MAESTRO, entonces defiende lo que cree suyo.

Y ese amor, verdadero y sentido amor, es tan vívido, tan real, que uno lo sabe, lo siente, lo vive a su lado y así también como esa relación que tiene con la muerma Luisa, va transformándose, el cambio, el espectador lo siente gracias a Brian, que lo emite, lo demuestra con la mirada, la forma de mirar, la expresión del rostro, la tristeza, la alegría, la expresión corporal. Realmente me saco el sombrero con este joven actor argentino. Y bueno también confieso que no sé si será hambre de hombre o qué (jajaja) pero si al principio ni lo miré, en el transcurso de la trama, me lo fui devorando con algo más que la vista.

Y es que Abel Ayala, es un actor en tanto logra emitir un sentimiento, alegría, miedo, maldad, y es tal porque el espectador que lo observa, siente esa pulsión y llora con él o lo repele o lo ama o lo admira o le teme. Y Abel Ayala, se ganó ese lugar, con todo y medallas. 



Digamos que EL MAESTRO, si bien no es de las mejores series de Chávez, sobre todo por lo cursi y porque tiene demasiados detalles, del mundo de la danza, sin que uno sea una experta, sabe que no es posible que sucedan y si es en versión realismo, pues pongámosle credibilidad a las cosas ¿ya? De todas formas, hay que decir que Chávez, Leyrado, Estévez, Ayala y Silva, hacen un buen trabajo y sostienen la serie, que les pesa sobre los hombros y en varias ocasiones uno siente el esfuerzo que están haciendo, porque el resto del elenco tienen peso muerto de actuación. 

Lo que los hace meritorios y como que una quiere premiarlos. Entonces decimos, la serie es más o menos, pero si uno lo mira con rewin, podrías llegar a la meta, dígase al capítulo doce, donde contenta, emocionada, en versión masculina también, sentirás tanta alegría que casi podrías llegar a perdonar errores como que la actriz protagónica, sea más inexpresiva que un muermo.



Así que si se la topan por ahí, seguro que en unos meses Pol-ka, se la vende a Nexflit y la pueden ver y ya saben, vale la pena, hay que pegarse un esfuercito pero final de cuentas, la victoria es reconfortante. Y sobre todo no olvidemos nunca que está Julio Chávez, que si ánimo de engloriosiar a nadie, es un MAESTRO de la actuación, capaz de sostener una serie, su guión, malas actuaciones y además lograr, que sus admiradores y admiradoras, sigan firmes, fieles por siempre jamás, revolución.
Recomendada!!!



SINOPSIS:
Prat, ex bailarín de danza clásica, con pasado como estrella mundial, se encuentra dando clases en una escuela barrial, con apoyo de su amigo, Mario (Juan Leyrado). Mientras espera a su hijo, proveniente de España, se da la detención del joven, y la necesidad de hacerse cargo de su nieto, con quien no tiene una relación cercana.

CALIFICACION:
*********************

FICHA TECNICA:
Título original: El Maestro, 2017, Argentina.
Creador: Adrián Suar.
Género: Serie drama.
Temporada: Una.
Episodios: 12.
Productora: Pol-ka Producciones.
Dirección: Daniel Baraone.
Guión: Romina Paula y Gonzalo Demaría.
Reparto:  Julio Chávez, Inés Estévez, Juan Leyrado, Carla Quevedo, Luz Cipriota, Eugenia Guerty, Germán De Silva, María Socas,
Abel Ayala, Francisco Lumerman, Federico Salles, Matías Silva, Gerardo Otero, Agustina Benedettelli, Marcos Montes, Ignacio Pérez Cortés. 

No hay comentarios: