Lo que se conoce como una película "intimista", en donde los diálogos no abundan, la banda sonora si está tiene una presencia muy suave y toda la tensión, aquella que te mantiene en la punta del asiento, sin tragar saliva, casi sin respirar, amando y odiando a los personajes, esa la mantienen los actores, en este caso Adriana Aizenberg y Martí Piroyansky o Rosa y Marcelo.
LA VIEJA DE ATRAS, es una historia de muchas tristezas, soledades, contenidas, guardadas por muchos años, construídas en base a quedarse solo, al paso del tiempo, el envejecimiento o simplemente el hecho de por querer alcanzar una meta, un objetivo hay que vivir solo. Ese es el caso de Rosa, una mujer mayor que vive sola en un departamento de Buenos Aires, con una vida monotona en donde todas las mañanas se toma un mate con leche, en el mismo tazón, después sale a la compra de la comida para el día, permanece parada, petrificada unas horas al día en la misma esquina de una vereda, mirando hacia el mismo lugar, volver a la casa, darle de comer al canarito "cuik", ver TV mientras almuerza, cena y después tratar de conciliar el sueño al irse a dormir. Así una y otra y otra vez. De repente, coincidir en el elevador con el vecino del departamento 9A.
En ese departamento 9A vive Marcelo, un joven que se ha venido desde la Pampa a estudiar medicina a Buenos Aires, vive en el mismo edificio que Rosa, en el departamento frente al suyo y su vida es trabajar en el dia repartiendo volantes y estudiar de noche, comer muy poco, no hablar con nadie, conocer a nadie.
Hasta que un día Marcelo queda atrapado en el elevador del edificio y Rosa avisa a la conserje para que lo liberen. Después se encontraran un par de veces en el mismo elevador y tras quedar atrapados juntos, ella, Rosa, iniciará una conversación con Marcelo justo el día que el chico ha decidido abandonar todo y volver a la pampa. Ella le ofrecerá vivir juntos a pedido única y exclusivamente que "charlen". Marcelo seguirá su vida de trabajo todo el día, estudio de noche y además conversarle a Rosa. Ella a veces se enojará por el mutismo del joven, porque no tiene nada que contar, porque no entiende que esté cansado de trabajar y estudiar todo el día.
Soledad, soledad, para dar y regalar. Sin embargo Marcelo mira con pena a Rosa, en su estilo de vida solitario, tan solitario a pesar de la mentalidad de otros, que sienten que los viejos son personas "aprovechadoras" en su condición para alcanzar cosas. Sin demasiado cariño, acciones físicas, va creándose un vínculo entre estos dos solitarios convivientes del gran Buenos Aires. El uno depende de la otra para subsistir y seguir estudiando, la otra de él para tener alguien con quien hablar. Mucha soledad, abandono, que de pronto uno piensa ¿pero si los argentinos son tan sociables, tan fisicos en sus relaciones? Pues no todos, al menos no estos, ni cancheros, cero personalidad, cero levantar la voz, nada de amigos, conocidos, nadie, solos, nada, solitarios.
Ver a Adriana Aizenberg en un papel distinto al habitual de la señora judía, en su comunidad judía, rodeada de familia judía y ella parlanchina, metida, encantadora, entrañable y aqui personificando a una señora de edad madura, gruñona, solitaria y además española y católica. El departamento donde se puede ver una imagen religiosa y para quien ha visto a Adriana tan judía siempre, sorprende este contraste, que por supuesto con su magnifica actuación, uno olvida el detalle y sigue adelante.
Por su parte Martín Piroyansky, que lo vieramos días atrás en "cara de queso", representando a un joven judío, de comunidad judía, con la sola aspiración que su polola se la chupe, guapo hasta decir basta, pese a la cara de tortuguita judía que tiene, guapo de todas maneras, encantador y representando tan bien esa tristeza que carga junto a su mochila, por querer alcanzar el sueño del medico y el peso de la pobreza y de vivir en el interior....
Totalmente recomendada!!
SINOPSIS:
Un departamento quedado en el tiempo, donde gobierna la oscuridad y abunda el silencio. En donde la religión más importante es el pronóstico del tiempo que dicta un televisor barato. Y donde lo más vivo es un canario anaranjado que a veces canta. Rosa, la mujer del noveno B y Marcelo, un joven venido del campo, estudiante de medicina sin dinero que vive en el noveno A. Sin amigos y sin nadie que lo ayude a subsistir en la ciudad. Un ascensor atascado y un encuentro. Todo se transforma.
CALIFICACION:
***********************
FICHA TECNICA:
Título original: La vieja de atrás, 2010, Argentina
Dirección y guión: Pablo José Meza
Música: Sergio Rojas
Fotografia: Carla Stella
Genero: Drama
Duración: 115 minutos
Reparto: Adriana Aizenberg, Martín Piroyansky, Marina Glezer, Rafael Sieg, Brenda Gandini, Atilio Pozzobon.
LA VIEJA DE ATRAS, es una historia de muchas tristezas, soledades, contenidas, guardadas por muchos años, construídas en base a quedarse solo, al paso del tiempo, el envejecimiento o simplemente el hecho de por querer alcanzar una meta, un objetivo hay que vivir solo. Ese es el caso de Rosa, una mujer mayor que vive sola en un departamento de Buenos Aires, con una vida monotona en donde todas las mañanas se toma un mate con leche, en el mismo tazón, después sale a la compra de la comida para el día, permanece parada, petrificada unas horas al día en la misma esquina de una vereda, mirando hacia el mismo lugar, volver a la casa, darle de comer al canarito "cuik", ver TV mientras almuerza, cena y después tratar de conciliar el sueño al irse a dormir. Así una y otra y otra vez. De repente, coincidir en el elevador con el vecino del departamento 9A.
En ese departamento 9A vive Marcelo, un joven que se ha venido desde la Pampa a estudiar medicina a Buenos Aires, vive en el mismo edificio que Rosa, en el departamento frente al suyo y su vida es trabajar en el dia repartiendo volantes y estudiar de noche, comer muy poco, no hablar con nadie, conocer a nadie.
Hasta que un día Marcelo queda atrapado en el elevador del edificio y Rosa avisa a la conserje para que lo liberen. Después se encontraran un par de veces en el mismo elevador y tras quedar atrapados juntos, ella, Rosa, iniciará una conversación con Marcelo justo el día que el chico ha decidido abandonar todo y volver a la pampa. Ella le ofrecerá vivir juntos a pedido única y exclusivamente que "charlen". Marcelo seguirá su vida de trabajo todo el día, estudio de noche y además conversarle a Rosa. Ella a veces se enojará por el mutismo del joven, porque no tiene nada que contar, porque no entiende que esté cansado de trabajar y estudiar todo el día.
Soledad, soledad, para dar y regalar. Sin embargo Marcelo mira con pena a Rosa, en su estilo de vida solitario, tan solitario a pesar de la mentalidad de otros, que sienten que los viejos son personas "aprovechadoras" en su condición para alcanzar cosas. Sin demasiado cariño, acciones físicas, va creándose un vínculo entre estos dos solitarios convivientes del gran Buenos Aires. El uno depende de la otra para subsistir y seguir estudiando, la otra de él para tener alguien con quien hablar. Mucha soledad, abandono, que de pronto uno piensa ¿pero si los argentinos son tan sociables, tan fisicos en sus relaciones? Pues no todos, al menos no estos, ni cancheros, cero personalidad, cero levantar la voz, nada de amigos, conocidos, nadie, solos, nada, solitarios.
Ver a Adriana Aizenberg en un papel distinto al habitual de la señora judía, en su comunidad judía, rodeada de familia judía y ella parlanchina, metida, encantadora, entrañable y aqui personificando a una señora de edad madura, gruñona, solitaria y además española y católica. El departamento donde se puede ver una imagen religiosa y para quien ha visto a Adriana tan judía siempre, sorprende este contraste, que por supuesto con su magnifica actuación, uno olvida el detalle y sigue adelante.
Por su parte Martín Piroyansky, que lo vieramos días atrás en "cara de queso", representando a un joven judío, de comunidad judía, con la sola aspiración que su polola se la chupe, guapo hasta decir basta, pese a la cara de tortuguita judía que tiene, guapo de todas maneras, encantador y representando tan bien esa tristeza que carga junto a su mochila, por querer alcanzar el sueño del medico y el peso de la pobreza y de vivir en el interior....
Totalmente recomendada!!
SINOPSIS:
Un departamento quedado en el tiempo, donde gobierna la oscuridad y abunda el silencio. En donde la religión más importante es el pronóstico del tiempo que dicta un televisor barato. Y donde lo más vivo es un canario anaranjado que a veces canta. Rosa, la mujer del noveno B y Marcelo, un joven venido del campo, estudiante de medicina sin dinero que vive en el noveno A. Sin amigos y sin nadie que lo ayude a subsistir en la ciudad. Un ascensor atascado y un encuentro. Todo se transforma.
CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
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