10 de enero de 2012

El lugar más pequeño.

Según lo ya visto de estos documentales prestados por Ignacio Agüero, nos estaba comenzando a quedar en claro que tenían en común la temática etnica mexicana y la pasión porque en general hablaran en su  lengua materna: el  nahuatl.
Pues interesante y distinta fue la experiencia que nos dimos al ver EL LUGAR MAS PEQUEÑO, que si bien es una realización mexicana y el financiamiento y equipo detrás de cámara y qué decir de la hermosa banda sonora, es de allá, la directora es Salvadoreña vivida en México.
La historia trata sobre un pueblito Cinquera, perdido en la selva salvadoreña y los avatares nada buenos, que tuvieron que vivir cuando el ejército de su país, decidió exterminar con la gente, la cultura del país y con la mayor cantidad de mujeres, hombres, niños, ancianos, con la disculpa que eran comunistas y estaban armados hasta los dientes.

Una historia realmente conmovedora, que para los que pertenecemos a la generación de los intentos de sublevación latinoamericana, del yugo imperialista (sonó panfletario que da miedo) nos resulta más que conocido siglas como FFMLN o la cercanía con la lucha sandinista en Nicaragüa y siempre, siempre Guatemala y qué decir El Salvador.
Lo que tiene eternamente hermoso este documental, es la forma narrativa en que fue concebida. Finalmente es la historia de un pueblo, en donde su gente cuando el ejército llegó, salieron huyendo a las montañas para esconderse, donde permanecieron por dos años en condiciones bastante privadas de todo. Así también como los hijos, aburridos de huir y de que les maten a la familia, deciden unirse a la guerrilla del Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional y de una u otra manera, terminan también muriendo, pero al menos como dice la madre de una de las victimas, "con un arma en la mano y no simplemente a balazos indiscriminados".

La crueldad, el ensañamiento con que el ejército salvadoreño, decidió acabar con su propia gente, es algo que todavía no se le ha dado algo más que una vuelta de tuerca. Tanto que hablaron de la Escuela de las Américas donde se entrenaba para torturar a los dictadores de Argentina y Chile y pues hay que decir que los militares salvadoreños podían dar "en mala hora" cátedra sobre el tema.
Pero volviendo a la forma narrativa en que está hecho el documental, como son los testimonios de los sobrevivientes a esta masacre, en vez de contar cada uno sus historias, mirando a la cámara y largando las vivencias, la directora usa el efecto de poner los rostros de las personas, cada uno por vez y en voz en off las historias. Creo que eso le da una humanidad impresionante, porque mientras uno contempla esos rostros de mujeres mayores, de algunos jóvenes y las historias contadas, se vuelve todo tan demasiado real y terrible y como que de pronto el rostro de estas personas uno los va encontrando cada vez más hermosos en su dolor, cada vez más tristes pero con esa belleza que ellos mismos plantean, de vivir rodeado de sus muertos y hablar, sentarse, comer, caminar y sentir que ellos, todos y todas, están ahí acompañándolos, compartiendo, viviendo junto a ellos.

Como dije antes, la banda sonora es realmente hermosa y está a cargo de Jacobo Liberman, que de lo poco y nada que sé de él, es que en sus años mosos formó parte de Santa Sabina en los teclados. Realmente muy hermosa la música.
Totalmente recomendada!!

SINOPSIS:
Cuando regresaron, muchos años después, Cinquera había desaparecido. Nada de casas. Nada de iglesia. Pero ahí estaban sus muertos. Hallaron sus restos y los lamentos de sus almas llegaron en ecos al caer la noche.




CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: El lugar más pequeño, México, 2011
Dirección: Tatiana Huezo Sánchez
Fotografia: Ernesto Pardo.
Banda sonora: Jacobo Liberman.
Cortesía: Ignacio Agüero.

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