18 de abril de 2011

En el balcón vacio.


Para el día de mi cumpleaños nada mejor que una película proveniente de mi amado México, de la cual leí algunas cosas y después al verla, resultó ser otra muy distinta y desconcertante. Pero por ahí dicen que los  buenos cumpleaños, son los que la miel y la hojuela se come con precaución, casi con encojimiento del codo, para que en cambio, los sabores placenteros de los próximos 365 días sean realmente los mejores.
Pues así más o menos fue, porque la neta que EN EL BALCON VACIO, era lo rara de lo rara.
También con mi sisterna pecamos de rancheras y debimos acercarnos al realizador que estaba de casualidad en la sala, previa proyección de la cinta, y preguntarle algunas muchas dudas que nos surgieron al final, cuando él lamentablmente se había marchado.

Por lo que leí de la cinta, era más un documental que una película de ficción, que un nieto realiza recuperando los trozos de la que fuera la cinta que el abuelo hizo para y por los refugiados españoles en México. Todo el tiempo pensé que se trataría de cómo el abuelo Don Jomi García Ascott, llevó a cabo éste trabajo audiovisual y así también los cómo el nieto enfrentó para recuperar las piezas para rearmar este material que si bien está inscrito en IMDB y como dice mi sisterna Manucita, habla de ella también García Riera un especialista en cine de México, nadie casi sabía de su existencia.

Finalmente no era nada un documental, si no que la película que hiciera Jomí García Ascott en 1961, como encargo de los refugiados españoles en México, para dejar constancia, memoria y material de las experiencias de vida que tuvieron que pasar los Republicanos para escapar de la España franquista y llegar a puertos seguros, en este caso: tierra azteca.
Desde ese punto de vista, es interesante la idea y la historia. El problemita es que como era una realización lo más alternativa posible y en versión Tercer Mundo, lo que menos tenían era dinero y en abaratar costos, decidieron tomar actores que no lo eran y sí pasaban por amigos de los cineastas. Lo cual iba todo  bien mientras la protagonista de la historia y además voz en off, era una chica de unos 10 años a lo máximo, de grandes ojos, que seguramente Carlos Saura tomaría en ejemplo al encontrarse con una Ana Torrent para Cria Cuervos. De estos chicos que andan por el mundo circulando, que tienen una habilidad para expresar los sentimientos más variados y sobre todo provocar el estrechamiento del corazón de los espectadores.
Hasta ahí todo bien, el problema es que en el arribo a México, la niña tendió a crecer y de los ojazos y el flequillo en la frente, pasamos a una mujer de unos 20 y tantos años, que en su actuación era lo exagerada de lo poco natural, casi que parece que estamos en presencia del cine expresionista alemán.

Pero bueno, mi sisterna me dice que no sea cruel, que había poco presupuesto y que la chica finalmente sólo quiso colaborar con el film. Pues sin querer ser malvada, respondo que escasa colaboracion prestó porque una mala actuación siempre puede arruinar cualquiera buena intención..... y vaya que la arruinó.
Claro que si hablamos de hacer memoria y porque finalmente es México, es España, son los republicanos, Ascott, podríamos arreglar el asunto y salvar un poco la situacion, diciendo que ante buenas intensiones, se pueden lograr algunas metas y hacer vistas gordas de algunos resultados.
Recomendada!!

SINOPSIS:
El film por antonomasia del exilio español, En el balcón vacío, es un proyecto que parte de los apuntes autobiográficos de María Luisa Elío, esposa del director García Ascot, en cuyo guión colabora también el crítico e historiador Emilio García Riera, todos ellos hijos de exiliados republicanos. Filmada a lo largo de cuarenta domingos de 1961 y 1962 con actores no profesionales (la mayoría, también, descendientes de exiliados) y en condiciones casi amateurs (con una cámara de 16mm que permite tomas de un máximo de 35 segundos), la película se convertirá en un título de culto del Nuevo Cine mexicano y en el manifiesto fílmico del grupo Nuevo Cine. García Riera llegará a citar a Proust y Rilke como inspiradores literarios de un film que se desarrolla en dos tiempos (Pamplona, México) y que, en palabras de José Luis Castro de Paz, habla del exilio “como disparadero de relaciones inconscientes, como mecanismo asociativo para filmar recuerdos, para acudir a la búsqueda de un pasado –la infancia– paradisíaco y esencialmente irreencontrable”.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Titulo original: En el balcón vacío, México, 1961
Dirección: José Miguel García Ascott
Duración: 70 minutos
Reparto: Nuri Pereña, María Luisa Elío, Conchita Genovés, Jaime Muñoz de Baena, Belina García.

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