Recién salida de otra película, absolutamente poética y ensoñada, no quería o no sabía realmente si estaba dispuesta a ver otra movie, totalmente distinta a la anterior, según yo, que cambiara por un instante la sensación maravillosa que me había dejado. De hecho tenía que hacer todo un tema burocrático en BAFICI para poder entrar a la siguiente movie, pero finalmente todo resultó ser mucho más simple que lo que mis nervios anunciaban y lo logré. Entré a la sala y estaba llena, pero así de llenísima y en mis conjuros personales pensaba "esto es una señal, salte de aquí, no debes verla", pero esas voces internas siempre tienen otra -la segundona-, que me decía "quedate no seas despilfarradora, pagaste, te quedaste". Y bueno para que les cuento el poder que el dinero tiene sobre me.
Y por suerte me quedé porque BERT: THE LAST VIRGIN, pese a que tenía insinuaciones de ser la típica película monga adolescente, donde los chicos están en esa edad que la desvirgación es el status quo de la vida, será que como no soy chico, pues he vivido más bien en el tema de la caza y búsqueda del príncipe azul para amar, que el trayecto de consolidación del acto sexual. Pero fui solita yo, sin influencias la que decidió ver esa movie, porque mucho digo pero finalmente me encanta la temática "ñoña, perna, nerds" de los adolescentes.
Y si bien en un incio todo pintaba para ese lado, sin las comunes vulgaridades del estilo norteamericano en estas materias, pero las mismas problemáticas. Pero los suecos, porque BERT: THE LAST VIRGIN, lo es y son de todo mi agrado. Será Wallander que me pena desde todas partes. El asunto es que la película tenía la trama común y corriente que todos podemos estar pensando: obsesiones de un chico adolescente, flaquito, blanco, rubio, anteojudo, espinilludo (lindo de verdad) por alcanzar el climax de la desvirgación, que sino ya la vida valdrá nada, porque sus tiernos 15 años le pesan terriblemente.
Todo va como debe ser, tiene dos amigos, uno más nerds que el otro, los tres en la misma situación y con la misma mala suerte, hasta que llega al colegio Victoria, el objetivo amoroso de Bert. El prototipo de la hermosura: alta, delgada, pelo largo y rubio, ojos claros, ninguna espinilla, tampoco pechugas (son otros condados), pero linda, muy, muy linda. Para suerte de Bert, la chica llega a vivir en el mismo edificio suyo, en la puerta del frente, en el mismo piso. Descubrirá además, que son compañeros de curso y que a ella le va mal en todo en lo que él es el mejor estudiante. Victoria le solicitara ayuda para estudiar. A los dos les comenzará a ir mejor que nunca.
Pero tontena Victoria está en esa edad de las mujeres, en que nos gustan las apariencias por sobre todas las cosas del mundo y más si estás son famosas, descerebrados (eso lo descubrimos después), fornidos, esculturales, etc., y se enamora o cree estarlo, de un chico, el chico famoso del colegio que es el astro del hockey sobre hielo, pese a ser el deporte que ella detesta pero como se trata de él.... Para colmo de cintas adolescentes, Victoria decide que Bert no solo es su amigo de estudios, sino que también su confidente y le cuenta de su aomr por el deportista y a Bert se le cae el mundo. Por suerte no es el típico pendejo y cuando ella quiere seguir estudiando, el chico nerds la manda a comprar pan.
Y asi transcurre la historia hasta los desarrollos y finales previsibles. Pero lo entretenidisimo que tiene la historia son las maneras para contarla. En este caso, lo hacen a través de escenas clichés de todo lo que se ha hecho en el mundo sobre esta temática. Digase escenas de Grease, de American Pie, de Love Story, de Porkis, todas, todas las influencias adolescentes. Melody, todo lo que huela, además, a la decada de los 90 en donde está situada y concebida la cinta. Pero son pequeñas situaciones que si no tienes un poquito de cultura cinemátografica y no precisamente de cine de autor, te reiras pero no entenderás la ironía implicita en el subtexto, diría algún pajero. Como para bien o para mal, lo mío ha sido vivir pegada en la adolescencia, me sé todos los clichés habidos y por crear.
La banda sonora también es muy pegajosa, obvio que de bandas locales suecas, que a saber como encontrarlas, bueno en realidad buscando la ficha tecnica seguramente. Pero realmente muy entretenida, fue un acierto escuchar a mi voz materialista, porque la pasé demasiado bien, me reí y amé profundamente a cada uno de los personajes.
Y otro dato aún mejor por el cual siento gran felicidad, es que Tomas Alfrenson, el director de BERT: THE LAST VIRGIN, es nada menos que el que hiciera en el 2008 y llegara a mis manos el 2010 la película "Lat den ratte komma in" o "Dejame entrar" finalmente la del niño vampiro. Una preciosura de película con sus matices tristes como lo son el no pertenecer a la bolsa de comunes y corrientes. Y sigue siendo el mismo máximo porque previa a "Lat den ratte komma in" es decir, "vampiros" hizo BERT: THE LAST VIRGIN, en el 95..... todas las estrellitas doradas que van en la frente, salpican en deseos de correr hasta ese lugar.
Y para que no dejemos de amar nunca a Alfredson, el director, les contaré que esta movie dió pie para hacer una serie de TV, que además está inspirada en una saga de libros titulados: Los diarios de Bert.
Totalmente recomendada!!!
SINOPSIS:
Bert tiene quince años y un problema típico de esa edad (y de las
comedias sobre esa edad): todavía es virgen. Victoria, la increíblemente hermosa chica que acaba de mudarse desde
Estocolmo, con moto y novio (más grande) a cuestas. El mundo
de Bert (sus compañeros de colegio, su familia, los programas de
televisión que mira) tiene algo de circo monstruoso, de parque de
diversiones suburbano, a veces surrealista y a veces grotesco.
CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: Bert: the last virgin, Suecia, 1995
Dirección: Tomas Alfredson
Guión: Michael Hjorth, Anders Jacobsson,
Fotografia: Leif Benjour
Edición: Louise Brattberg
Reparto: Martin Andersson, Cajsa Lisa Ejemyr,
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