21 de enero de 2021

L'amant double.

Antes de hablar de la película, tengo que empezar por el director, Francois Ozon. Desde que lo descubrí años atrás en la cinta “Gotas que caen sobre rocas calientes”, supe que estaba ante un personaje particular. Sin querer ser prejuiciosa, ni cosa por el estilo, tiendo a creer que Ozon es gay. No es un comentario adjetivante de bueno o malo, sino más bien que después de pensarlo  muy bien, siento que tiene aquella dualidad entre la mirada masculina de la mujer y del sexo y la femenina que también mira y observa al hombre, a la mujer y a los dos, tres, todos teniendo sexo.

Si nos trasladamos a “El doble amante o L'amant doublé”, les contaré que así como me ocurrió con Japón cinta mexicana y otra de Vicent Gallo, norteamericana, que vi, a propósito de nada, los diez segundos primeros de El doble amante, suceden en la vagina de nuestra Chloé, protagonista de la película. Al principio no te das cuenta, simplemente es la imagen de una profundidad circular que late o se ensancha y angosta… después vendrá la escena en que desde esa cavidad circular profunda, sale un tubo metálico, aquel con el que nos hacen las muestras vaginales, cuando vamos al ginecólogo.

Creo que la observación tan profunda a la vagina, es algo masculino, serán sus ganas de volver al origen, digo yo. Y después de esa escena, las que vendrán serán a lo menos unas patas de jaiba. Como dice la tía H, de mi amiga V, son excelentes formas de mostrar como tener sexo, posturas, gemidos, provocaciones, insinuaciones.

Así es Francois Ozon, le gusta perturbar, alarmar y/o excitar a sus espectadores. De hecho cuando vi “Gotas que caen sobre rocas calientes”, que fue en el mítico cine arte Normandie, una pareja hombre – mujer, salieron escandalizados echando sapos y culebras, sobre lo desubicada y sucia que era la cinta. Allá ellos y su cabecita estrecha.

Me encanta Ozon, me encantan sus películas, las bandas sonoras, es de esos cineastas meticulosos casi obsesivos, que no dejan un detalle fuera y que uno en su versión espectador, obsesiones aparte, las goza con ensoñación.

En las peculiaridades de su estilo de cine, gusta de los seres humanos hermosos, hombres, mujeres, siempre de una belleza que enceguece; así como también de la que no necesariamente es netamente definible como hombre o mujer, lo que se conoce como andrógino. Le encantan las mujeres sin curvas, nada de tetas, eso sí harto poto. También tiene una inclinación particular por las divas del cine, ya sea francés, inglés, como Charlotte Rampling, Catherine Denueve, Jacqueline Bisset, que es un detalle no menor porque también podría sumar uno que otro actor antiguo ¿no? No pues, lo suyo son las señoronas.


Algunas películas de Francoise Ozon.
Si hablamos de las cintas de este señor francés que tanta alegrías me ha dado, puedo contarles así en versión título nomás para volver a lo que nos compete de Frantz 2016; Dans la maison 2012; Mujeres al poder 2010; Un lever de rideau 2006; Le temps qui reste 2005; 5x2 2004; La piscina 2003; 8 mujeres 2002; Gotas que caen sobre rocas calientes 2000 y Bajo la arena; Les amants criminels 1999.

Y en cada una de ellas, están esos detalles que les conté, mujeres hermosas, hombres también, bandas sonoras inolvidables qué sino pídanme que les tararee La piscina o la de Dans la maison, qué decir la coreografía y canto en 8 mujeres. Generalmente retrata a un mundo francés o europeo ABC1 o será que no existe otro o será que él no conoce otro. Porque viven en unas casas, departamentos, quintas, mansiones impresionantes, siempre con el verde rodeándoles en versión arboles, praderas, pastos, aguas en piscinas, lagunas, mar. Y si a eso le sumamos que las historias que cuenta son bien buenas, a veces retorcidas, nunca descabelladas, os juro que no les quedará un pedazo del cuerpo que no sienta algo.

De Francois Ozon.
Como el “enfant terrible” se le conoce en su natal Francia, catalogado como un hombre sexy e hiperactivo, en lo primero no concuerdo porque en lo personal con tanta belleza que mira será porque, a mi gusto, salió más bien perjudicadito. En lo hiperactivo será por lo minucioso y obsesivo en el más mínimo detalle de sus películas. Final de cuentas es el creador de 18 películas, 16 cortos y tres documentales en 25 años de carrera.

En la manía de los críticos de cine a encasillarlo o encontrarle un nicho donde guardarlo, dicen que sus películas suman un humor ingenioso y satírico y un peculiar punto de vista sobre la sexualidad humana. Es por ello que han llegado a llamarle el "Almodóvar" francés, el Varda masculino y el Chaplin de la no comedia. Plop!



Del amante doble.
Entrando en la materia que nos convoca, es decir, “El amante doble”, la historia se centra en una chica Marine Vacth – Chloé, que inicia una relación con su psicoterapeuta (Jérémie Renier). Cuando ambos se mudan a vivir juntos, la joven destapa un secreto de su pareja con el que se obsesiona: su hermano gemelo.

Hasta que vi los créditos no sabía que la película está basada en la novela de Joyce Carol Oates, después me quedé un poco más tranquila y no eche afuera con tanta malicia, la idea que me persiguió desde que comencé a intuir para dónde iba la historia, que en todo caso, eso no significa que la película perdiera el thriller, emoción, en ningún momento.

Y es que como bien cuenta el propio Ozon, la historia de los gemelos fue lo que lo motivó para armar esta historia, un poco llevado por las leyendas urbanas que cuentan del supuesto canibalismo entre embriones humanos, en donde a veces sale vencedor el hijo que nace, en otros resulta que fueron dos, idénticos y distintos. Ozon: “Investigué mucho en el mundo de los gemelos, y leí sobre lo de los embriones que se comen a otros durante el embarazo. Me sorprendió tanto que decidí incluirlo en la trama, porque habla de nuestro lado más monstruoso. Es fascinante que la naturaleza y el hombre sean más horrendos de lo que imaginamos en el arte.

Juro que con este dato no les estoy contando para nada ni el final, tan solo un dato no menor que es el que nos dará de comer en materias del thriller. En lo personal, me acordé de cierta película inglesa, igual de retorcida pero más mala, que protagonizara Jeremy Irons, que se llamó “Dead rangers o Gemelos o Mortalmente parecidos”, de David Cronenberg, solo que en esta la idea era que dos tuvieran sus queveres con la misma mujer, intentando que uno de los dos o los dos, la embarazaran, previo a ser engañada, sobre la existencia de dos idénticos y no de uno gris y el otro blanco.


El doble amante, es apasionante, no choca sino más bien todo lo contrario, me reía durante la proyección pensando en los gustos sexuales de la tía H, que seguramente estaría gozándola y claro que al prenderse las luces nos lo manifestó. Supongo que no por nada con Ozon, nos separan tan solo un año de diferencia, hasta el momento no me considero gay – lesbiana, pero vaya que me encanta la belleza de hombres y mujeres, a quienes miro porque para eso tengo ojos y también me gustan mucho las películas con escenas de sexo, entre que las miro curiosa, entre que para aprender, entre que seré medio voyerista, degenerada o será que vi El Toro Salvaje a los 11 años y quedé un poco cuchufleta jajaja. Y hay que decir que en todas estas materias, que algunos  llaman perversas, Ozon, nos da de comer como si nos quisiera de verdad.

Creo que El amante doble, es de las cintas de Francois la más sicológica perturbadora, juega con el espectador como se le da la gana, cuando creemos que  ya  hemos agarrado la hebra que nos llevara a descubrir algo, venga un chapuzón de agua fría porque naranjas, eres más perverso y mal pensado que el director, porque nada que ver jajaja.

Y como la libertad es libre, también encontré que habían detalles, personajes, características por ejemplo del edificio donde viven Chloé, su gato y su pololo el sicoanalista, que tenían mucho de “El bebé de Rosmary” de Polanski, onda la vecina es lo perturbadora como lo eran los vecinos de Rosmary. El edificio si bien no es antiguo, también los pasillos con algunas puertas de departamentos, tiene un no sé qué que evoca entre “El bebé de Rosmary”, un poco de “El resplandor”, onda como que quedé marcando ocupado con los espacios angostos, de pasillos largos, murallas y puertas ¿qué no?

Y en medio de toda esta atmosfera sicoanalítica, no necesariamente de locos, sino más bien perturbadora, la soberana y santa poética banda sonora. Gloria a Ozon por sus músicas, genio te amo.


De los actores, a Chloé (Marine Vacth), confieso que nunca la había visto en cinta alguna, será porque Ozon la descubrió en  “Joven y bella”. Que hay que decir que es hermosa, súper andrógina sobre todo con el pelito corto que luce y la estampa de muy pocas cazuelas. Su personaje cara y expresión corporal, como que te avisa de entrada que será la de alguien perturbada lo que sigue o histérica o neurótica o todos los antes descritos. Sin querer ser discriminadora, mi padre diría “una francesa de tomo y lomo” jajaja. No sé si será característica de una francesa en particular y exclusividad, porque más bien encontré que es de esas personas que necesitan problemas a su alrededor para poder salir adelante, la vida feliz, plena, simple, pacifica, como que les pinta aburrida. Necesitan todo tipo de sobresaltos y nuevamente un comentario que diría mi  padre pero lo subrayo me, además de cara de necesitada de diván, bastante buena para las cuatro perillas y aquí se me armó y las feministas me comerán viva jajaja.

De Jérémie Rénier, les puedo contar que es uno de los actores fetiches de los hermanos Dardenne. Es decir, donde lo vi fue justamente en el “El silencio de Lorna”; “El chico de la bicicleta”; Mujeres al poder; Amantes criminales, no me di ni cuenta que salía en Elefante Blanco de Pablo Trapero; Las horas del verano; Expiación, deseo y pecado. Creo que el carecer un poco de estatura, me ha hecho pasar de largo sobre su existencia en muchas de las cintas que he descrito y como no suelo verlas de nuevo, pues si las ven, recuérdenme qué personaje hacía ¿ya? Pero hay que decir con aquello de “lo bueno en frasco pequeño”, igual y se cumple, pero cuando se oscurece un poco más el pelo, porque así tiene un parecido escalofriante, más con Axolote que con otra cosa y todavía no le hago a la zoofilia.


También hay que hacer un alto, honor y gloria a la señorona que Francois Ozon, invitó en esta ocasión para participar en su cinta, la señora Jacqueline Bisset, que si usted lector tiene menos de 25 años, lo más seguro es que no me este leyendo, si tiene más sabrá que ella, ella la más bella es inglesa e hizo fama y fortuna con cintas tan inolvidables, en versión buenas y churros incluidos tales como, La noche americana, 1972, Francois Truffaut; La ceremonia, 1995, Claude Chabrol; Clase, 1983. En lo personal confieso que la conocí primero en Class, donde salían mis amores ochenteros Rob Lowe y Andrew McCarthy, que interpretaba al mejor amigo de Rob y que en su inexperiencia, vivía el descubrir del sexo en la cama con la tía Jacqueline, que era la mamá de Lowe. Después de la mano de papá sería ilustrada y casi quedada dormida con “La noche americana”. Mi papá decía que ella era una mujer muy hermosa, con ojos de piscina, es decir, pánfila en la expresión corpórea interna. Y lo que son las cosas, cuando me creía una entendida en cine francés, estando en México vi al hilo La ceremonia de Chabrol y nuevamente La noche americana.




SINOPSIS:
Chloé es una joven frágil que se enamora de su psicoterapeuta, Paul. Unos meses más tarde, cuando se van a vivir juntos, ella descubre que su amante le ha ocultado una parte de su identidad, con la que Chloé se obsesionará.

CALIFICACION:
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FICHA TECNICA:
Título original: L'amant double, 2017, Francia.
Título en español. El doble amante.
Dirección y guión: Francois Ozon.
Música: Phillippe Rombi.
Fotografía: Manuel Dacosse.
Género: Erótico - drama - Thriller.
Duración: 120 minutos.
Reparto: Marine Vacth, Jçerémie Rénier, Jacqueline Bisset, Myriam Boyer, Dominique Reymond, Fanny Sage, Jean-Edouard Bodziak.

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